La noche del 6 al 7 de noviembre, el Ejército estadounidense ha lanzado un misil contra una lancha en aguas internacionales de El Caribe. Las tres personas que viajaban en ella han fallecido. Así ha sido la última operación de EE.UU. en su campaña contra el narcotráfico proveniente de latinoamérica.
El Departamento de Guerra de Estados Unidos confirmó la destrucción de un barco en el Caribe, supuestamente vinculado al narcotráfico. Según el secretario Pete Hegseth, la operación fue ordenada directamente por el presidente Donald Trump.
En redes sociales, Hegseth compartió un video en blanco y negro capturado desde un dron del ataque y lanzó una advertencia: "Si continúan traficando drogas, los mataremos".
Balance de la campaña militar
Con este operativo, ya son más de 15 embarcaciones destruidas y al menos 69 personas muertas desde septiembre. Los ataques se han extendido desde la costa venezolana hasta el Pacífico oriental, en lo que la Administración Trump ha calificado como un "conflicto armado directo" contra carteles latinoamericanos.
Reacciones y controversias
El Senado estadounidense debatió este jueves una propuesta demócrata para limitar la campaña militar en aguas internacionales, pero fue rechazada por un estrecho margen de 49 votos a favor y 51 en contra.
Mientras tanto, Venezuela y Colombia han denunciado los ataques como ejecuciones extrajudiciales, y organizaciones como Amnistía Internacional cuestionan su legalidad bajo el derecho internacional. Además, existe la posibilidad de un ataque de EE.UU. en territorio venezolano, aunque Trump lo haya negado.