El primer ministro polaco, Donald Tusk, denuncia que los servicios de inteligencia rusos orquestaron la explosión de una línea ferroviaria clave para la ayuda a Ucrania. Tusk identificó a dos ciudadanos ucranianos cooperando con Moscú como autores del "acto de sabotaje de naturaleza terrorista".
Los fiscales polacos han iniciado una investigación por "actos de sabotaje de naturaleza terrorista" cometidos en beneficio de la inteligencia extranjera. El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, afirmó este martes que los servicios de inteligencia rusos orquestaron una explosión en una línea de ferrocarril utilizada para transportar ayuda a Ucrania, llevada a cabo por dos ciudadanos ucranianos que actuaban como sus agentes.
"Los autores identificados son dos ciudadanos ucranianos que han estado cooperando con los servicios de inteligencia rusos durante mucho tiempo. Se conocen sus identidades", declaró Tusk ante los legisladores en el Parlamento en Varsovia.
El jefe del Gobierno polaco no reveló los nombres de los presuntos autores. A primera hora del martes, un portavoz del Gobierno ya había dicho que las pruebas sugerían que los servicios de inteligencia rusos parecían haber ordenado el sabotaje durante el fin de semana.
"Todo indica" que el incidente ferroviario del fin de semana fue "iniciado por los servicios secretos rusos", señaló Jacek Dobrzyński, portavoz del ministro de servicios secretos de Polonia, en declaraciones recogidas por la Agencia de Prensa Polaca (PAP).
Dobrzyński habló después de una reunión del Comité de Seguridad Nacional, que tuvo lugar el martes por la mañana y en la que participaron mandos militares, jefes de los servicios de inteligencia y un representante del presidente.
En lo que Tusk calificó el lunes de "acto de sabotaje sin precedentes", un segmento de la línea ferroviaria que une la capital polaca, Varsovia, con la frontera con Ucrania fue volado durante el fin de semana.
Otro segmento más al sur también resultó dañado en lo que las autoridades dicen que fue también un probable sabotaje. La Fiscalía polaca está investigando "actos de sabotaje de naturaleza terrorista" dirigidos contra la infraestructura ferroviaria y cometidos en beneficio de inteligencia extranjera.
"Estas acciones provocaron un peligro inminente de catástrofe para el tráfico terrestre, amenazando la vida y la salud de muchas personas y propiedades a gran escala", indicaron los fiscales en un comunicado.
El ministro de Defensa, Władysław Kosiniak-Kamysz, dijo este martes a 'Radio Zet' que las autoridades estaban investigando el uso previsto de una cámara encontrada cerca de las vías dañadas en la ruta Varsovia-Lublin.
También señaló que se han enviado patrullas del Ejército a revisar la seguridad de las vías y otras infraestructuras clave en el este del país. En el primer incidente, una explosión dañó las vías cerca del pueblo de Mika, a unos 100 kilómetros al sureste de Varsovia y, en un incidente separado, se destrozaron las líneas eléctricas en la zona de Puławy, a 50 kilómetros de Lublin.
Los trenes de pasajeros se vieron obligados a detenerse en ambos lugares, pero nadie resultó herido. "La explosión tenía la intención más probable de hacer volar el tren", manifestó Tusk el lunes, en referencia al incidente de Mika. Los daños causados en ambos lugares han sido reparados desde entonces.