El Banco Central Europeo (BCE) eleva el crecimiento de este año para la eurozona al 1,7 por ciento, aunque rebaja el de los dos próximos años.
El Banco Central Europeo (BCE) eleva el crecimiento de este año para la eurozona al 1,7 por ciento, aunque rebaja el de los dos próximos años. En la reunión de septiembre, el BCE aportó sus primeras proyecciones tras el voto en junio a favor del ‘brexit’. El crecimiento para 2016 se revisa al alza en una décima, por la mayor resistencia observada de la economía, pero para 2017 y 2018 se revisa a la baja también en una décima al 1,6.
“La recuperación económica en la eurozona debe ser moderada pero constante y pese a una apagada demanda externa, debido en parte a las incertidumbres por el desenlace del referéndum en el Reino Unido”, manifestó el presidente Mario Drahi.
Por su parte, el BCE dejó intacto su previsión de inflación para este año a solo dos décimas y rebajó en una al 1,2 por ciento la del año que viene. Para 2018, debe ser del 1,6. El organismo mantuvo en su mínimo histórico del cero por ciento el tipo de interés y la compra masiva de activos de 80.000 millones de euros. Eso sí, deja abierta la posibilidad de prolongarla más allá de marzo de 2017.