¿Sobornó Azerbaiyán al Consejo de Europa para acallar las críticas a la represión interna orquestada por el régimen de Ilham Aliyev? Es lo que trata de dilucidar desde este martes una comisión especial de expertos anticorrupción en Estrasburgo. Paul Radu es uno de los pilares de la investigación periodística que ha puesto al descubierto el escándalo “laundromat”:
—“Se trata de una operación masiva de lavado de dinero de Azerbaiyán por valor de unos 2.900 millones de dólares; dinero que fue sacado del país ilegalmente. Parte fue utilizado para comprar apoyos de políticos europeos, de políticos de la Unión Europea”.
Según esta investigación, entre 2012 y 2014, varios sociedad domiciliadas en el Reino Unido efectuaron más de 16.000 transacciones a través de una filial estonia del banco Danske Bank para blanquear fondos de origen dudoso del régimen de Aliyev.
—“En Dinamarca este nuevo informe del Grupo de Acción Financiera (personas que evalúan las salvaguardas financieras) dice que no hubo quejas sobre 36 de los 40 criterios para mantener el dinero sucio fuera de Europa. Y en el Reino Unido pasa igual. Han tratado de adoptar diferentes regulaciones, pero hubo un vacío legal durante mucho tiempo. y si tenías una empresa en Escocia, por ejemplo, no hacía falta declarar a un propietario extranjero”, explica Casey Kelso, director de división en Transparencia Internacional.
La lluvia de millones con las que Bakú habría comprado voluntades en Europa no solo sirvió para acallar críticas sobre la represión interna, sino también para obtener apoyos en el conflicto territorial que le opone a Armenia desde hace 25 años por Nagorno Karabaj.