El pago anticipado de Grecia de los préstamos del primer rescate subraya un giro clave, recorta intereses futuros y acelera la reducción de deuda y refuerza la confianza de los mercados.
Grecia completó esta semana el reembolso anticipado de 5.300 millones de euros de los préstamos de su primer programa de rescate de la eurozona. La liquidación de esta deuda, cuya amortización estaba prevista más allá de 2031 e incluso en la década de 2040, supone un avance positivo en el esfuerzo de décadas de Grecia por estabilizar sus cuentas públicas.
Coordinado por la Comisión Europea, el pago es una clara señal de que el país depende menos de la deuda de la época de la crisis y reduce la carga de los intereses futuros. La Greek Loan Facility (GLF) fue el primer mecanismo de rescate de emergencia creado dentro de la eurozona, en un momento en que no existía un sistema permanente de rescates. Se estableció antes de la creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad y junto a otros programas de ajuste durante la crisis de deuda soberana de la eurozona.
Grecia perdió el acceso a los mercados financieros en 2010 y la facilidad de préstamo evitó un impago inmediato, limitando el riesgo para otros miembros de la UE. Medios locales informan de que amortizar esta deuda antes de plazo ahorrará alrededor de 1.600 millones de euros en pagos de intereses hasta 2041. Al reducir directamente las cargas presupuestarias futuras, se espera que la ratio deuda/PIB caiga por debajo del 120% en 2029. Es especialmente relevante para un país que soporta la mayor ratio de deuda pública sobre PIB de la eurozona.
Una tragedia financiera griega en tres actos
Entre finales de 2009 y 2018, Grecia sufrió una grave crisis de deuda soberana tras años de mala gestión fiscal, grandes déficits y débil competitividad económica. La crisis obligó a tres rescates internacionales de la UE y el Fondo Monetario Internacional, acompañados de duras medidas de austeridad y reformas estructurales dolorosas.
El rescate de Grecia se desarrolló por fases, primero mediante un apoyo de emergencia del Estado con préstamos bilaterales de la eurozona a través de la GLF y el FMI entre 2010 y 2012. Después, desde 2012 se inició una fase de reestructuración que impuso pérdidas a los inversores privados y trasladó la deuda a instituciones públicas. Por último, se estableció una tercera fase en forma de programa de estabilización bajo el Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM), que concluyó en 2018.
La GLF ya no está activa como facilidad de préstamo, pero sus préstamos restantes siguen amortizándose hoy. Las empresas privadas se ven afectadas de forma indirecta por el impacto en los costes de financiación, la confianza de los inversores y las calificaciones de crédito. Hacia 2023, Grecia había recuperado la calificación de grado de inversión de las principales agencias, reflejo de un mejor desempeño fiscal y mayor estabilidad institucional. A su vez, esto ha contribuido a abaratar la financiación.
Los rendimientos de los bonos a 10 años griegos han caído en ocasiones por debajo de los de economías mayores como Italia y Francia, un giro llamativo frente a la era de la crisis, cuando los mercados cotizaban la deuda griega como un activo de alto riesgo.
¿Conviene amortizar deuda de forma anticipada?
En 2023, el primer ministro Kyriakos Mitsotakis prometió que Grecia efectuaría un reembolso anticipado de 5.300 millones de euros en los próximos años. En junio de 2025, la deuda pública total del país se situaba en torno a 403.200 millones de euros, es decir, aproximadamente el 151% del producto interior bruto. Esta cifra representa el valor combinado de todas las obligaciones pendientes del Estado.
Grecia pidió a sus prestamistas de la eurozona permiso para devolver por adelantado parte de sus antiguos préstamos de rescate. Tras el acuerdo del ESM y el EFSF y el anuncio de una exención del procedimiento a principios de diciembre, el Gobierno utilizó dinero que ya había reservado en una cuenta de ahorro especial para efectuar el pago, en lugar de endeudarse de nuevo. "Grecia sigue avanzando de forma significativa en el refuerzo de su economía. Este reembolso anticipado adicional del préstamo de la GLF envía otra señal positiva a los mercados financieros, mejora la estructura de la deuda de Grecia y refleja la mejora de la posición fiscal del país", afirmó entonces Pierre Gramenia, director gerente del ESM y consejero delegado del EFSF.
Los críticos del pago anticipado sostienen que, aunque puede mejorar sobre el papel el perfil de deuda de Grecia, lo hace a costa de la liquidez interna en un momento en que hogares y empresas siguen afrontando presiones sobre el coste de la vida. Los partidos de la oposición afirman que los fondos destinados a acelerar la amortización de la deuda podrían orientarse a la inversión pública, el apoyo salarial o medidas de alivio focalizadas, aportando un impulso más inmediato a los ingresos y a la actividad económica.