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El FMI prevé que la deuda estadounidense se sitúe al nivel de las economías europeas más endeudadas

ARCHIVO. El logotipo del Fondo Monetario Internacional se ve en su edificio en Washington, cinco de abril de 2025.
ARCHIVO. El logotipo del Fondo Monetario Internacional se ve en su edificio en Washington, cinco de abril de 2025. Derechos de autor  AP Photo/Andrew Harnik, File
Derechos de autor AP Photo/Andrew Harnik, File
Por Una Hajdari
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Estados Unidos va camino de registrar el mayor aumento de deuda entre las principales economías, según el FMI, superando por primera vez en este siglo los niveles de Italia y Grecia.

La deuda pública global está aumentando más rápido que en cualquier otro momento de la historia moderna y, esta vez, no son solo los grandes gastadores de siempre quienes la impulsan. El último 'Fiscal Monitor' del Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte de que las finanzas públicas de las grandes potencias, con Estados Unidos a la cabeza, se han convertido en un riesgo sistémico global.

"Aunque el número de países con deuda por encima del 100% disminuirá de forma constante en los próximos cinco años, su peso en el PIB mundial aumentará", señaló el informe. Esto significa que "la deuda pública mundial se situará por encima del 100% del PIB mundial en 2029", añadió. En tal escenario, la deuda pública estaría en su nivel más alto desde 1948.

Según los cálculos del FMI, esta trayectoria "refleja una senda más alta y más pronunciada que la proyectada antes de la pandemia", lo que indica que los Gobiernos no han logrado estabilizar su deuda pese a la recuperación del crecimiento global.

Estados Unidos registra el mayor aumento

Estados Unidos verá el incremento más acusado entre las grandes economías avanzadas en cuanto a la relación deuda/PIB, según el FMI. De 2023 a 2030, la deuda pública bruta pasará del 119,8% del PIB en 2023 al 143,4% en 2030. La institución señaló que Estados Unidos, por primera vez en este siglo, superará a Italia y Grecia en este ámbito, tradicionalmente consideradas los estados más endeudados del mundo desarrollado. La deuda de Italia sigue entre las más altas del mundo, en torno al 137% del PIB, pero el FMI prevé que se mantenga en el 137% en 2030. Grecia, que registra actualmente una deuda del 146,7%, se espera que alcance el 130,2%.

A modo de comparación, Francia está actualmente en el 116,5%, España tiene un total del 100,4%, mientras que Alemania está en el 64,4%. Países Bajos, Suecia y Dinamarca mantienen ratios por debajo del 60%. El resultado es un continente eternamente dividido entre la disciplina fiscal del norte y el cansancio del sur.

Para Estados Unidos, sin embargo, la tendencia es inequívocamente ascendente, algo que el FMI atribuye a déficits persistentemente elevados y al aumento de los costes de los intereses. El perfil de deuda de Washington, advirtió, es ya comparable al de las economías europeas muy endeudadas, lo que subraya la necesidad de una reforma fiscal.

Otras grandes economías mundiales afrontan la amenaza de una relación deuda/PIB por encima del 100%. Entre ellas figuran Canadá, China, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. En otras palabras, la crisis de sostenibilidad de la deuda ha dejado de ser en gran medida un sello del mundo en desarrollo para instalarse en el propio G20, con los países que sustentan el sistema financiero internacional llevándolo al límite.

Fin del endeudamiento 'barato' y con consecuencias mínimas

Tras años de tipos de interés casi nulos, los Gobiernos se acostumbraron a endeudarse a bajo coste, pero el FMI advirtió de que esa era ha terminado. El mundo ha entrado en una fase de deuda cara, alertó, ya que unos tipos de interés más altos encarecen el servicio de la deuda pública y restringen el gasto en prioridades esenciales.

En varias economías avanzadas, los costes de servicio de la deuda el total de dinero que un prestatario debe pagar para cubrir sus obligaciones, ya superan los presupuestos de defensa. Cada punto porcentual de aumento en los costes medios de financiación se traduce en decenas de miles de millones de euros desviados de los programas sociales a pagos de intereses. Incluso Alemania, considerada durante mucho tiempo el paradigma de la prudencia fiscal, está cambiando de rumbo**. Berlín** ha modificado el 'freno de la deuda' consagrado en la Constitución para permitir mayor endeudamiento en infraestructuras y defensa.

El envejecimiento tensiona los presupuestos públicos

Detrás de estas cifras hay una presión demográfica que el FMI describió como el próximo reto estructural para las finanzas públicas. El envejecimiento de la población en las economías avanzadas está disparando los costes de pensiones y sanidad, aumentando la presión sobre las cuentas públicas.

En Estados Unidos, la tasa de dependencia de los mayores se proyecta que suba hasta alrededor del 40% para 2050. En la Unión Europea superará el 55%. Con menos trabajadores sosteniendo a más jubilados, los ratios de deuda corren el riesgo de descontrolarse, ya que los gobiernos se endeudan para mantener la estabilidad social.

Esta acumulación de deuda, envejecimiento y mayores costes de financiación ya no es un asunto local. Es, como señaló el FMI, un riesgo sistémico global que puede amplificar vulnerabilidades en los mercados financieros. Una pérdida de confianza de los inversores en una gran economía podría repercutir en los mercados de bonos, las divisas y la banca de todo el mundo.

El FMI ha instado a los Gobiernos a adoptar marcos fiscales creíbles a medio plazo para estabilizar la deuda y reconstruir colchones. Pero esa disciplina es cada vez más tóxica políticamente, con populistas en Europa y Norteamérica, tanto de izquierdas como de derechas, prometiendo menos impuestos, pensiones más altas y más gasto.

En resumen, el informe del FMI subraya que la era del endeudamiento sin límites ha terminado y que las economías no pueden seguir tirando de las arcas públicas como antes. La complacencia actual en torno a la deuda podría dificultar mucho que los gobiernos afronten futuros choques y crisis económicas.

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