Una exposición en Manhattan recoge miles de objetos originales utilizados por los espías soviéticos durante la época de la Guerra Fría.
Josef Stalin, la estrella roja, o Vladímir Lenin en Nueva York. Están, sus imágenes e iconografías, en un almacén subterráneo de la calle 14 de Manhattan, en pleno corazón de la ciudad. Es el museo del espía de la KGB, una sorprendente exposición que muestra un sinfín de objetos utilizados por los agentes soviéticos durante la época de la Guerra Fría en su continua lucha contra el enemigo occidental.
Cámaras y micrófonos ocultos, pistolas con forma de lápices de labios o una réplica del famoso paraguas búlgaro envenenador son algunos de los más de 3500 artilugios de este genuino lugar.
"Es una muestra de cómo Rusia y Estados Unidos, o Rusia y el resto del mundo estuvieron constantemente tratando de conseguir secretos uno del otro", nos cuenta dentro del lugar Jim Lytle, un visitante. "Y estoy seguro de que Rusia bien podría tener una exposición como esta pero sobre la CIA. ¡Ojalá sea así!"
El genuino museo, que ha tenido una increíble acogida en sus primeros días de apertura, es obra de Julius Urbaitis, un historiador lituano de 55 años que lleva más de 30 recopilando objetos originales. El resultado es un emocionante viaje a un pasado no tan lejano.