La Casa de México en Madrid exhibe el altar de muertos más grande de Europa. Este año el diseño fue realizado por Guillermo González, que propone un altar lleno de color y baile. El altar se podrá visitar hasta el 9 de noviembre. Acompáñenos en este recorrido por la cultura mexicana.
"El Día de Muertos es mucho más español que Halloween", así nos explica Susana Pliego, directora de Cultura de Casa de México, la importancia de esta tradición que cada vez gana más adeptos en España. Al contrario que Halloween, que es una fiesta de corte más tétrico y que basa su éxito en la venta de caramelos, el Día de Muertos une las tradiciones mexicas prehispánicas con las castellanas para celebrar la vida y lo que hay más allá de la muerte.
Como cada año, y con el fin de mostrar las costumbres mexicanas, la Casa de México en Madrid ha colocado por octavo año consecutivo un altar de muertos, diseñado en esta edición por el arquitecto y fotógrafo Guillermo González.
'Cabaret, el recuerdo', el altar de muertos más grande de Europa, está inspirado en el cabaret mexicano de las primeras décadas del siglo XX, muy influenciado por el cabaret francés y alemán. Guillermo González ha querido basar en esta celebración de la música y el baile su altar, cuyos elementos evocan la presencia de almas felices que siguen brillando en el más allá.
El llamativo y colorido altar presenta varias espectaculares piezas como 12 catrinas vedetes a tamaño real, 62 esferas de vidrio soplado, un candelabro de calacas, o huesos, y pequeños diablillos de cartonería, además de un tzompantli (una estructura ritual mesoamericana donde se exhibían los cráneos de los sacrificados en honor a los dioses) de más de 60 calaveras.
El recorrido que propone la institución nos traslada al México más vibrante de los años 30 y 40 y al México más hogareño, con el altar tradicional que se encuentra en la planta de arriba y donde los visitantes que lo deseen pueden dejar un mensaje en recuerdo de sus seres queridos; notas que, una vez pasa el Día de Difuntos, son quemadas en una ceremonia.
Lo que empezó como una tradición entre los empleados de la institución para tener un trocito del folclore mexicano al otro lado del océano se ha convertido en una fecha clave en la agenda cultural del año en España. Cada año son más las personas que se acercan a ver el altar y aprender más de la cultura mexicana y de su culto a la muerte como una fase más de nuestra existencia. No obstante, esta celebración fue reconocida desde 2003 por la Unesco como Patrimonio inmaterial de la Humanidad.
Los siete niveles del altar y el camino de cempasúchil
Los siete niveles de un altar de Día de Muertos representan el camino que el alma del difunto debe recorrer para llegar al descanso eterno, simbolizando la purificación y la protección durante su viaje.
Aunque la composición puede variar, por norma general se colocan por niveles: el santo de devoción, las ánimas del purgatorio, la sal para purificar, el tradicional pan de muerto, la comida favorita del difunto, la fotografía de la persona fallecida, y finalmente una cruz de semillas o cal.
Otro elemento que no puede faltar es la flor del cempasúchil, de unos fuertes tonos naranjas y con un característico olor que guía a los muertos en su travesía. Los mexicas asociaban esta flor con el sol y la colocaban en las tumbas.
Cómo y cuándo visitar el altar de muertos de la Casa de México
El altar se podrá visitar hasta el 9 de noviembre, de lunes a domingo (incluidos los días festivos) en los siguientes horarios:
Lunes: de 10:00 a 18:45
De martes a viernes: de 10:00 a 15:30
Sábados y domingos: de 10:00 a 12:30
Las visitas guiadas, que deben reservarse a través de su web, se realizan de martes a domingo en los siguientes horarios y tienen una duración de 25 minutos:
De martes a viernes: 16:00 a 20:30
Sábado: 13:00 a 20:30
Domingo: 13:00 a 18:30
La propia Casa de México sacará este año a la calle varios altares en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid que se podrán visitar en diferentes puntos de la capital.