Miles de holandeses desafían las bajas temperaturas para darse un baño en el mar del Norte, en Scheveningen, un barrio de la ciudad holandesa de La Haya. El termómetro marcaba 7 grados centígrados. La tradición se remonta a los años 60 del siglo pasado, cuando el club de natación local organizó un chapuzón colectivo para recibir el Nuevo Año. La estampa se repitió a lo largo y ancho de Holanda.