El pleno del Parlamento Europeo ha debatido la cumbre sobre la crisis de los refugiados que esta semana mantuvieron en Bruselas la UE y Turquía.
Las instituciones europeas han reaccionado al cierre de la ruta de los Balcanes para los refugiados. La Comisión Europea cree que todo se está haciendo según lo acordado: “Los ciudadanos de terceros países que no cumplan con las condiciones para entrar en el espacio Schengen o que no hayan pedido asilo a pesar de haber tenido la oportunidad de hacerlo, no podrán entrar en Eslovenia. Esto se corresponde con las conclusiones del Consejo Europeo del 18 y 19 de febrero donde volvemos a una situación donde todos los miembros de Schengen aplican plenamente el código de fronteras y ponen fin al llamado enfoque de ‘dejar pasar’”, ha dicho Natasha Bertaud, portavoz del Ejecutivo comunitario.
Tanja Fajon, eurodiputada eslovena, espera que las vallas no duren mucho tiempo: “Los ciudadanos creían que Eslovenia se había quedado sola, que las medidas de la UE no están funcionando y por eso el Gobierno ha decidido construir una valla. Espero que después de estas afirmaciones de los líderes europeos y después de los resultados concretos de la cumbre, la ruta de los balcanes se detenga de alguna manera y que el Gobierno decida derribar la valla”.
Y el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, no cree que la solución sea levantar barreras: “La estrategia de cerrar las fronteras va a provocar que cada vez más personas se pongan en las manos de los traficantes”.
Según los datos de la Eurocámara más de 132.000 personas han llegado a la Unión Europea por mar durante los dos primeros meses de este año.