El euroescépticismo del nuevo gobierno italiana ha invitado a la reflexión en el Brussels Economic Forum. Y para el economista Jeremy Rifkin, la solución pasa por dar más poder a las comunidades locales.
La llegada al poder en Italia de un gobierno populista y euroescéptico ha hecho saltar todas las alarmas en Bruselas.
Pero tras una primera fase de declaraciones polémicas, los dirigentes europeos tratan de calmar las aguas.
Y el primero en hacerlo ha sido el presidente de la Comisión Europea. "El lugar de Italia está en el corazón de Europa. Y de la Unión Europea", ha dicho Jean-Claude Juncker. "Este país ha hecho mucho para construir una Europa unida. Italia, ayer como hoy, merece respeto y confianza".
Juncker ha hecho estas declaraciones en el marco del Brussels Economic Forum, donde la cuestión italiana ha llevado a reflexionar sobre el funcionamiento de la Unión Europea. Y el economista Jeremy Rifkin apuesta por dar más poder a las comunidades locales.
"Ahora es un momento en que Europa, y no sólo Italia, está votando. Y lo que oigo, más allá de la retórica, es que necesitamos más capacidad para decidir sobre nuestro destino económico a nivel local, en el regiones donde vivimos", ha explicado Rifkin.
"Lo que necesitamos es una visión de gobierno similar al de las plataformas digitales. Y esa visión se basa en el principio de subsidiariedad. Eso no significa excluir a los estados nacionales, y ciertamente tampoco excluir a la Unión Europea. Significa que el punto de partida de las decisones económicas y políticas debe situarse en el lugar donde la gente vive y trabaja, para luego, como el wi-fi, ponerse en movimiento a través de las regiones, de Europa y del mundo entero".
Para Rifkin, el cambio de gobierno italiano debe verse como una oportunidad.