Los insectos son el alimento natural de un esturión o una trucha. Para Damian Józefiak, director ejecutivo de HiProMine, estudiar y desarrollar la producción de insectos y larvas a escala industrial, para transformarlos en alimento proteínico, es clave para tratar de alcanzar un mundo sostenible.
Los insectos son el alimento natural de un esturión o una trucha. Para Damian Józefiak, director ejecutivo de HiProMine, estudiar y desarrollar la producción de insectos y larvas a escala industrial, para transformarlos en alimento proteínico, es clave para tratar de alcanzar un mundo sostenible.
"Todo lo que hacemos corresponde estrictamente a lo que se llama hoy en día el 'Nuevo Pacto Verde'. Es decir, bajas emisiones de CO₂, o el reciclaje de residuos de diverso tipo. Se trata del reciclaje de los llamados 'residuos preconsumo, diversos tipos de subproductos de la industria alimentaria, pero solamente de origen vegetal. Normalmente se desperdiciarían y producirían enormes cantidades de gases de efecto invernadero, y nosotros los utilizamos como sustrato. Es decir, los usamos como alimento para los insectos, convirtiendo los residuos de baja calidad en proteínas, grasas y muchos otros nutracéuticos de alta calidad que producimos aquí", declara Damian Józefiak.
"En todo el mundo, cada vez hay más gente y se necesita mayor cantidad de comida. En muchos lugares, queremos comer alimentos de mejor calidad, queremos comer pescado. Estos peces tienen que ingerir muchas proteínas. La Unión Europea depende prácticamente, en su totalidad, de la importación de proteínas. Para los piensos se importan enormes cantidades de proteínas en nuestro mercado. Uno de los principales objetivos de la UE es la llamada diversificación de las fuentes locales de proteínas para que, de este modo, las proteínas no se importen y no produzcan una enorme huella de carbono. Y, también está el tema de la seguridad alimentaria", añade el director general de HiProMine.