Una semana después, la UE no parece estar más cerca de un embargo de petróleo ruso

ARCHIVO - Vista parcial de la estación de bombeo del oleoducto Friendship I en Tupa, Eslovaquia, cerca de la frontera con Hungría, 9 de febrero de 2015.
ARCHIVO - Vista parcial de la estación de bombeo del oleoducto Friendship I en Tupa, Eslovaquia, cerca de la frontera con Hungría, 9 de febrero de 2015. Derechos de autor AP Foto/MTI, Peter Komka
Derechos de autor AP Foto/MTI, Peter Komka
Por Shona Murray
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A diferencia de otras rondas de sanciones contra Moscú aprobadas rápidamente por los Estados miembros, estas conversaciones han sido lentas y el optimismo está disminuyendo.

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A diferencia de otras rondas de sanciones contra Moscú aprobadas rápidamente por los Estados miembros, la UE no parecía estar más cerca de llegar a un acuerdo sobre el embargo de petróleo ruso casi una semana después de que lo propusiera la Comisión.

Cuando Ursula von der Leyen dio a conocer las propuestas el pasado miércoles, fuentes de la Comisión y de varios Estados miembros de la UE se mostraron "optimistas" respecto a que el sexto -y más complicado- paquete de sanciones a Rusia, centrado en un embargo permanente del petróleo ruso, se aprobaría en un plazo razonable.

"Ha habido un amplio diálogo con Hungría y Eslovaquia, y con la República Checa antes del anuncio", llegó a decir una fuente de la Comisión a Euronews tras el discurso de von der Leyen ante los eurodiputados.

Sin embargo, pocas horas después de que el borrador final llegara a manos de los embajadores de cada Estado miembro, aparecieron grietas en la tan anunciada cohesión y unidad de propósito.

Como era de esperar, los tres países sin litoral con mayor dependencia del petróleo rechazaron inmediatamente la propuesta de eliminar el crudo para finales de 2023, solicitando un plazo mucho más largo, hasta 2025.

Ahora, una semana después, las negociaciones parecen ir a paso de tortuga y la Comisión se esfuerza por encontrar compromisos.

Von der Leyen voló el lunes a Budapest para reunirse con el Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, quien previamente describió las sanciones como una "bomba atómica" para la economía de su país e insistió en que se necesitarían cinco años más y miles de millones de euros para cambiar completamente la infraestructura y permitir proveedores alternativos.

Tras la reunión, von der Leyen tuiteó: "La conversación de esta tarde con el primer ministro Viktor Orban ha servido para aclarar cuestiones relacionadas con las sanciones y la seguridad energética".

"Hemos avanzado, pero es necesario seguir trabajando. Convocaré una videoconferencia con los actores regionales para reforzar la cooperación regional en materia de infraestructuras petrolíferas."

Una videoconferencia de seguimiento prevista para el martes fue cancelada.

Según los informes, Orbán ha pedido cientos de millones de euros de financiación para mejorar las refinerías de petróleo, así como acceso a los fondos de recuperación.

La UE ha retenido unos 7.000 millones de euros de fondos de recuperación a Hungría por abusos del Estado de Derecho y acusaciones de corrupción.

"Para ser justos, Hungría siempre dijo que no quería sanciones por el petróleo, cada país tiene sus propios problemas", dijo un diplomático a Euronews. 

En la rueda de prensa diaria, el portavoz de la UE, Eric Mamer, también trató de restar importancia al bloqueo.

"Está claro que Hungría, como país sin salida al mar, necesita una red de oleoductos adecuada para cambiar a otras fuentes. Pero las cuestiones que hay que resolver son el almacenamiento y el refinado del petróleo. Esto también requiere infraestructuras. Además, se ha discutido la transformación del sector energético para hacer realidad la separación del petróleo ruso".

Desmintió las informaciones que apuntaban a que Orbán estaba pidiendo que Hungría recuperara sus fondos de recuperación y dijo que en la reunión "sólo se habló de energía" y que la videoconferencia se reprogramaría cuando se hubiera avanzado a nivel "técnico".

Lo que sí se sabe es que los avances son lentos. Los embajadores de la UE se reúnen el miércoles, pero el optimismo por un avance es escaso.

Aunque es probable que el sexto paquete de sanciones acabe aprobándose, no está claro qué significará para el próximo paquete, que sin duda se centrará en el gas ruso.

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