El viceministro de Economía de Ucrania afirma que las quejas de los agricultores polacos deben abordarse de forma racional, producto por producto, para evitar prejuicios injustos contra la nación devastada por la guerra.
PUBLICIDADEn una entrevista concedida el lunes a Euronews, Taras Kachka, viceministro de Economía de Ucrania, afirmó que su Gobierno mantiene un "diálogo muy constructivo" con Polonia para abordar el conflicto sobre las importaciones de grano, pero advirtió del peligro de convertir a la nación ucraniana en chivo expiatorio de problemas más generales del sector agrícola.
Kachka también declaró que, ahora que la Unión Europea entra en un periodo cargado de emociones y protestas generalizadas, debe mantener su enfoque racional para resolver los problemas sin ceder a la "emoción" y la presión política.
"Lo importante para nosotros es separar la cuestión de la frontera", explicó Kachka, añadiendo que el bloqueo de los pasos fronterizos con Ucrania, por parte de los agricultores polacos, podría impedir la importación de suministros críticos, como medicinas y combustible.
"Queremos que se desbloquee la frontera, y por eso decimos que nos tomamos absolutamente en serio las demandas de los agricultores polacos. Queremos dialogar sobre cada demanda concreta de cada producto concreto, analizarla y abordarla, si es necesario, con algunas medidas de control", añadió.
"Sin embargo, necesitamos que se desbloquee la frontera, porque es una cuestión de supervivencia de Ucrania", dijo, y añadió que Polonia es "más que un socio estratégico", es un "socio para la supervivencia de Ucrania".
La larga disputa sobre las importaciones agroalimentarias ucranianas, que según los agricultores polacos inundan sus mercados y deprimen sus precios, se ha intensificado en las últimas semanas con protestas en ciudades y regiones polacas.
Los intentos de la UE de mediar, con un acuerdo temporal que permite a los cereales ucranianos transitar por los países vecinos, sin quedarse en esos mercados, se han visto frustrados por las prohibiciones unilaterales de Polonia, Hungría y Eslovaquia a algunas importaciones agroalimentarias ucranianas.
El descontento de los agricultores del este de Europa también ha hecho temer que la solidaridad de la UE con Ucrania se vea socavada en un momento en que Kiev depende, en gran medida, de sus partidarios occidentales.
Hay que "racionalizar" el problema
Kachka afirmó que las quejas del sector agrícola deben racionalizarse de acuerdo con la realidad de los flujos comerciales. Así, explicó que las exportaciones de Ucrania a Polonia ascendieron a unos 1.500 millones de euros en el primer trimestre de 2023, mientras que las importaciones de Polonia a Ucrania ascendieron a alrededor de 97.000 millones de euros.
Además, el viceministro de Economía indicó que los agricultores se centran, a veces, en productos ucranianos que no perjudican necesariamente a sus mercados, como es el caso de las aves de corral, de las que Ucrania es importador neto.
"Exportamos a Polonia solamente 4.000 toneladas de aves de corral y compramos a Polonia 40.000 toneladas de aves de corral, por lo que somos importadores netos de aves de corral de Polonia", explicó. "Sin embargo, esta paradoja está en las estadísticas, pero no en la mente de los agricultores, que creen que Ucrania es una fuente de problemas para la agricultura polaca".
Kachka señaló que las importaciones de la UE, de cereales procedentes de Rusia y Bielorrusia, sobre todo trigo, se han disparado desde 2022. Datos recientes de Eurostat sugieren que Polonia importó unas 12.700 toneladas de cereales rusos en 2023, frente a las 6.100 toneladas de 2022.
"Los agricultores polacos están compitiendo con el trigo ruso en los mercados de otros Estados miembros de la Unión Europea. Este es el problema central", dijo Kachka.
"El Gobierno polaco comparte nuestra opinión sobre el hecho de que deberían prohibirse las importaciones agrícolas rusas. Así que, si es problemático desde el punto de vista de las sanciones, debería hacerse mediante medidas comerciales", explicó.
Kachka también hizo un llamamiento a la Unión Europea para que no abandone la razón ante la inmensa presión de los agricultores. "Nos encontramos ante una nueva era política en la UE, con muchas protestas, con muchas emociones. Esto es algo nuevo que tenemos que aprender a afrontar, tanto dentro de la UE como para Ucrania, porque repercutirá en nuestro proceso de adhesión", indicó.
Los Estados miembros de la UE dieron luz verde, el pasado mes de diciembre, a la apertura de conversaciones de adhesión con Ucrania y la vecina Moldavia, en un acto de desafío a la 'agresión rusa' en el flanco oriental de Europa.
"Si este problema se aborda a la manera clásica de la UE, con análisis de cifras, decisiones aburridas... se puede abordar fácilmente", dijo, añadiendo que tenía fe en las instituciones de la UE como un intermediario honesto, donde hay "intereses contradictorios".
Además, pidió el mismo planteamiento basado en razones en la aproximación de la UE al Pacto Verde, el histórico paquete de leyes del bloque comunitario destinado a frenar el cambio climático y el aumento global de las temperaturas. Este paquete ha sido blanco de las iras de los agricultores en las últimas protestas, ante el temor de que el próximo Ejecutivo de la UE, tras las elecciones europeas de junio, dé marcha atrás en sus compromisos ecológicos.
PUBLICIDAD"La agricultura debe formar parte de la agenda climática. Debería haber algunos ajustes, y en lugar de dar marcha atrás como exigen los agricultores, se pueden equilibrar los intereses de los agricultores", explicó, añadiendo que el sector agrícola ucraniano "está bien preparado para adaptarse a la agenda climática de la UE".