En la noche del jueves, la península de Reykjanes en el suroeste de Islandia fue testigo de un espectáculo natural asombroso. Por sexta vez desde diciembre, un volcán en la región entró en erupción, iluminando el cielo nocturno con un impresionante despliegue de lava roja.
PUBLICIDADLa erupción comenzó poco después de las 21:00., hora local, marcando el sexto episodio de actividad volcánica en la zona desde finales del año pasado. El fenómeno se caracterizó por la apertura de una nueva fisura de 4 kilómetros en el cráter Sundhnúkur, precedida por una serie de fuertes terremotos que sirvieron como precursores de la inminente actividad volcánica. El flujo de lava, visible desde gran distancia, ha creado un espectáculo nocturno que probablemente durará varios días o incluso semanas, basándose en los patrones observados en erupciones anteriores.
A pesar de la magnitud del evento, las autoridades islandesas aseguran que los efectos de la erupción permanecen localizados y no representan una amenaza inmediata para las áreas pobladas. Sin embargo, se han implementado medidas preventivas, incluyendo el cierre de carreteras en las proximidades de la erupción. La emisión de gases volcánicos en las cercanías es motivo de precaución, y los equipos de monitoreo mantienen una vigilancia constante de la actividad sísmica y volcánica.
Grindavik, epicentro volcánico islandés, no afectada de momento
La ciudad de Grindavik, que fue evacuada en diciembre durante un episodio anterior y también en otras ocasiones durante este año 2024. No se encuentra actualmente en la trayectoria del flujo de lava.
No obstante, las autoridades mantienen un estado de alerta y han actualizado los planes de evacuación, listos para implementarse si la situación cambiara. Los equipos de protección civil permanecen en alerta máxima, preparados para responder ante cualquier eventualidad.
Los expertos hablan sobre la situación de la zona
Expertos en vulcanología y geofísica han ofrecido sus análisis sobre la situación. Halldór Björnsson, jefe de clima de la Agencia Meteorológica Noruega, confirmó que el flujo de lava no se dirige hacia áreas pobladas, diferenciando esta erupción de eventos anteriores.
Por su parte, el geofísico Magnús Tuma Guðmundsson, tras realizar un sobrevuelo de los centros de erupción, predijo que la actividad ya ha alcanzado su punto máximo y comenzará a disminuir, siguiendo el patrón de erupciones previas. Ambos expertos subrayan la importancia del monitoreo continuo para anticipar posibles cambios en la actividad volcánica en Islandia.
Turismo volcánico en Islandia
La erupción se ha convertido rápidamente en un foco de atracción turística, atrayendo a cientos de espectadores locales y turistas internacionales a puntos de observación seguros. Este fenómeno ha provocado un aumento en las reservas de hoteles y tours en la región, impulsando la economía local. Las autoridades han designado áreas específicas para la observación segura, y guías turísticos especializados ofrecen tours a distancias apropiadas, equilibrando la experiencia única con la seguridad de los visitantes.
Mahnoor Ali, visitante de Estados Unidos, describió la experiencia como "lo más increíble que he visto en toda mi vida", confesando que inicialmente confundió la erupción con una aurora boreal. Ameerul Awalludin de Malasia y Shohei Miyamito de Japón, quienes acudieron rápidamente al lugar tras enterarse de la noticia, compararon la experiencia con los volcanes de sus países de origen. Miyamito destacó: "Tenemos volcanes también, pero no podemos ver lava como esta", subrayando la singularidad del espectáculo islandés.
Impacto mínimo de la nueva erupción en los vuelos
La buena noticia es que la erupción tiene un efecto mínimo en la aviación, esta vez. El aeropuerto de Keflavík opera con normalidad, y no se esperan interrupciones significativas en los vuelos.
Sin embargo, las autoridades de aviación mantienen una vigilancia constante y tienen planes de contingencia listos en caso de que la actividad volcánica cambie. Se recomienda a los viajeros verificar las actualizaciones de sus vuelos con las aerolíneas y mantenerse informados sobre posibles cambios en la situación.