En un sorprendente giro de los acontecimientos, el Partido Socialista anunció que no apoyaría la moción de censura presentada por los demás partidos de izquierda de su coalición.
El recién nombrado primer ministro francés, François Bayrou, sobrevivió inesperadamente a una moción de censura en la Asamblea Nacional, después de que los diputados socialistas y de extrema derecha decidieran no apoyar la moción presentada el jueves por el partido de extrema izquierda Francia Insumisa (LFI).
La moción de censura se presentó tras el discurso de política general pronunciado el martes por François Bayrou, en el que presentó la hoja de ruta del nuevo Gobierno. Algunas de las propuestas clave incluían conversaciones para renegociar la muy impopular reforma de las pensiones de 2023 del presidente francés, Emmanuel Macron, así como importantes recortes presupuestarios para frenar el disparado déficit del país.
Bayrou también prometió que no suprimiría 4.000 puestos de trabajo en el sector de la educación pública, en un último intento desesperado por convencer al Partido Socialista de que no votara a favor de la moción. El martes, tras el discurso de Bayrou, el partido de centro-izquierda había amenazado con votar en contra del nuevo Gobierno si no recibía garantías adicionales.
Sigue sin tener un plan presupuestario
La decisión de los socialistas provocó la ira del resto de partidos que forman la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP). Jean-Luc Mélénchon, el líder del partido de extrema izquierda Francia Insumisa dijo en X (antiguo Twitter) que los socialistas están "rompiendo el NFP".
Aunque algunos miembros del partido de extrema derecha Agrupación Nacional criticaron el discurso de Bayrou, el diputado ultraderechista Jean-Philippe Tanguy dijo el martes a la prensa que el partido juzgará en función de "acciones" concretas.
El Gobierno de Bayrou sobrevivió un día más, sin embargo, las próximas semanas se verá empañado por varias dificultades, ya que el país sigue sin tener un plan presupuestario para 2025.
El predecesor de Bayrou, Michel Barnier, fue derrocado en diciembre debido a su propuesta de plan presupuestario, después de que los diputados decidieran presentar una moción de censura.