"Hay mucho en juego" en las relaciones entre la UE y EE.UU., ha dicho Ursula von der Leyen un día después de la toma de posesión de Donald Trump.
La Unión Europea tendrá una actitud "pragmática" ante la nueva Administración de Donald Trump. Pero eso si, "siempre" estará dispuesta a defender sus intereses estratégicos frente a cualquier medida injustificada, ha dicho este martes Ursula von der Leyen en un discurso que marca el tono de cómo Bruselas pretende relacionarse con Washington en los próximos cuatro años.
Durante su campaña, Trump amenazó con imponer aranceles generalizados a los productos extranjeros y revisar la ayuda a Ucrania, lo que hizo saltar las alarmas en todo el bloque. Sin embargo, el presidente republicano ha rebajado ambas amenazas desde que llegó al poder.
"Hay mucho en juego para ambas partes", ha apuntado la presidenta de la Comisión Europea en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza). "Nuestra primera prioridad será hablar pronto, debatir los intereses comunes y estar dispuestos a negociar. Seremos pragmáticos, pero siempre mantendremos nuestros principios. Proteger nuestros intereses y defender nuestros valores: esa es la manera europea", ha añadido, refiriéndose a las herramientas comerciales de que dispone la Comisión para contrarrestar los aranceles y las cuotas.
Von der Leyen, que aboga por mantener unos fuertes lazos transatlánticos, ha descrito a EE.UU. como uno de los "socios más cercanos" de la UE, con vínculos económicos profundamente interrelacionados, desde la inversión y el empleo hasta la producción química y los servicios digitales, algo que, en su opinión, debería ayudar a fomentar la cooperación en lugar de la confrontación. "Ninguna otra economía del mundo está tan integrada como la nuestra", ha afirmado.
Al ser preguntada sobre si la UE podría permitirse apoyar a Ucrania en caso de una retirada estadounidense, von der Leyen ha defendido que el bloque seguiría haciéndolo "sin ninguna duda". "Pase lo que pase, para nosotros es importante que Ucrania siga siendo un país independiente y que sea Ucrania la que decida sobre su propio territorio", ha respondido.
El discurso ha supuesto la primera intervención importante de Von der Leyen tras haber vuelto al trabajo después de una grave neumonía a principios de enero. La enfermedad obligó a la Comisión a cancelar todos sus nombramientos externos y delegar brevemente en la vicepresidenta ejecutiva Teresa Ribera.
Su ausencia de Bruselas suscitó un debate sobre un posible vacío de poder en un momento delicado para Europa, con una transición en marcha en la Casa Blanca. El martes, Von der Leyen trató de reafirmarse como referente en la conversación política, aunque no dijo nada contundente contra la agenda nacionalista de Trump.
Von der Leyen no ha mencionado a Trump por su nombre. De hecho, el comentario más crítico lo hizo de forma oblicua, cuando defendió el Acuerdo Climático de París del que, una vez más, ha renegado el presidente estadounidense. "El Acuerdo de París sigue siendo la mejor esperanza de toda la humanidad", ha dicho. "Europa mantendrá el rumbo y seguirá trabajando con todas las naciones que quieran proteger la naturaleza y detener el calentamiento global".
Desde la victoria de Trump en noviembre, la Comisión ha extremado la cautela para evitar enemistarse con la nueva Administración. El Ejecutivo ofreció tibias reacciones a las amenazas militares de Trump contra Groenlandia, que pertenece al Reino de Dinamarca, y a los intentos de Elon Musk de interferir en las elecciones europeas, lo que le valió una reprimenda del Gobierno francés, que exigió una acción reguladora más rápida.
El equipo de Von der Leyen está tratando de establecer los primeros contactos con sus homólogos en Washington, aunque todavía no se ha anunciado ninguna fecha para las reuniones.
Un mundo "duro"
En su intervención en el Foro Económico Mundial, que cada mes de enero reúne a jefes de Gobierno con líderes empresariales y emprendedores, Von der Leyen ha aprovechado el escenario para denunciar las fracturas que socavan el comercio mundial, como los choques en la cadena de suministro, la militarización de la energía y el sabotaje contra infraestructuras críticas.
Von der Leyen advirtió que el creciente uso de sanciones, controles a la exportación y aranceles -herramientas que su Comisión ha empleado notablemente en los últimos años- para defender la seguridad nacional corría el riesgo de alimentar una "carrera global hacia el fondo" que podría deshacer décadas de prosperidad.
"El orden mundial cooperativo que imaginamos hace 25 años no se ha hecho realidad. Por el contrario, hemos entrado en una nueva era de dura competencia geoestratégica", ha afirmado.
"Las principales economías del mundo compiten por el acceso a las materias primas, las nuevas tecnologías y las rutas comerciales mundiales. De la inteligencia artificial a la tecnología limpia, de la cuántica al espacio, del Ártico al Mar del Sur de China. La carrera está en marcha", ha dicho.
Los múltiples retos son especialmente desalentadores para la UE, sumida en una situación de estancamiento económico, pérdida de competitividad y cambio demográfico que se ha convertido en un intenso quebradero de cabeza para los 27 Estados miembros.
Von der Leyen ha prometido situar la economía en el centro de su segundo mandato y cumplir las recomendaciones formuladas por Mario Draghi en su histórico informe. Bajar los precios de la energía, desbloquear la inversión en todo el mercado único y reducir la burocracia para las pequeñas empresas serán algunas de las medidas clave de su nueva Comisión, ha dicho este martes como anticipo.
Y ha añadido que se dará un impulso a los acuerdos comerciales, destacando los recientemente concluidos con Mercosur y México. También tiene previsto viajar a la India para estrechar lazos comerciales. "En los últimos 25 años, Europa ha confiado en la marea creciente del comercio mundial para impulsar su crecimiento. Ha dependido de la energía barata de Rusia. Y Europa ha externalizado con demasiada frecuencia su propia seguridad. Pero esos días se han acabado", ha dicho. "Para mantener nuestro crecimiento en el próximo cuarto de siglo, Europa debe cambiar de marcha", ha apuntado la presidenta.
Von der Leyen ha reservado algo de espacio para China, país con el que su Comisión ha chocado repetidamente por los estrechos vínculos de Pekín con Moscú, las subvenciones industriales, el espionaje, el sabotaje, los ciberataques, las violaciones de los derechos humanos y las tensiones en el estrecho de Taiwán. A su presidencia se atribuye el cambio de la política china de la UE hacia un enfoque más firme y duro, que enfureció a Pekín pero agradó a Washington.
En su discurso, Von der Leyen ha hablado de un "segundo choque chino" provocado por el "exceso de capacidad patrocinado por el Estado" que inunda los mercados mundiales con exportaciones de bajo coste. Esta queja, compartida por naciones desarrolladas y en desarrollo por igual, ha sido respondida con una serie de restricciones comerciales para controlar el volumen de productos fabricados en China.
Von der Leyen ha asegurado que su Ejecutivo seguirá respondiendo a cualquier práctica desleal, como ya hizo con los vehículos eléctricos, pero ha tendido la mano a trabajar "constructivamente" con Pekín para ampliar los lazos económicos "donde sea posible".
"Las reglas del juego entre las potencias mundiales están cambiando. No debemos dar nada por sentado. Y aunque a algunos en Europa no les guste esta nueva realidad, estamos preparados para afrontarla", ha dicho al concluir su intervención en Davos.
"Nuestros valores no cambian. Pero para defender estos valores en un mundo cambiante, debemos cambiar nuestra forma de actuar. Debemos buscar nuevas oportunidades allí donde surjan. Este es el momento de comprometernos más allá de bloques y tabúes. Y Europa está preparada para el cambio", ha finalizado.