Las manifestaciones, que tendrán lugar este sábado, forman parte de un movimiento de protesta en expansión por el derrumbe de una marquesina en una estación de tren en el pasado mes de noviembre, en el que murieron 15 personas.
Los estudiantes universitarios serbios que protestan contra las autoridades de su país llevan a cabo una marcha de 80 kilómetros desde Belgrado a Novi Sad, con la intención de participar en un bloqueo de 24 horas de los puentes de la ciudad situada en el norte de Serbia.
Las manifestaciones, que tendrán lugar este sábado, forman parte de un movimiento de protesta en expansión por el derrumbe de una marquesina en una estación de tren en el pasado mes de noviembre, en el que murieron 15 personas.
"Esta marcha es nuestra forma de mostrar apoyo a nuestros compañeros de Novi Sad en sus bloqueos", señaló Tatjana Gogić, estudiante de biología. "También queremos mostrar lo persistentes que somos y que no pensamos parar pronto a menos que se cumplan nuestras peticiones", añadió. Esta protesta estudiantil es la mayor en Serbia en los últimos años y, por primera vez, parece desafiar seriamente al poderoso líder populista del país balcánico, Aleksandar Vučić.
Las protestas, que se han sucedido a lo largo de varias semanas, ya han forzado estos días la dimisión del primer ministro serbio, Miloš Vučević, y varias concesiones de las autoridades, poco acostumbradas a realizarlas.
Vasilije Milanović, estudiante de la Facultad de Ingeniería Técnica de Belgrado, señala que los estudiantes "pedimos justicia y libertad de pensamiento. Esta es solamente otra forma de mostrar lo radicales que somos, que no nos vamos a detener en este asunto y que vamos a seguir en ello hasta el final".
La tragedia de Novi Sad se ha convertido en un tema espinoso que refleja el descontento popular en Serbia con el Gobierno populista de Vučić. El cada vez más autoritario presidente de Serbia ha impuesto un firme control sobre todas las instituciones estatales y los principales medios de comunicación de la nación balcánica, al tiempo que se enfrenta a acusaciones de tratar de asfixiar las libertades democráticas.
Muchos en Serbia creen que la marquesina de la estación de tren se derrumbó por un trabajo defectuoso durante su reconstrucción, una supervisión deficiente y la falta de respeto a las normas de seguridad, todo ello causado por la corrupción del Gobierno en grandes proyectos de infraestructuras con empresas estatales chinas.