El Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), de extrema derecha, recibió el encargo de dirigir las negociaciones para formar un nuevo Gobierno, después de que las anteriores fracasaran en enero.
Las negociaciones para formar una coalición de Gobierno entre el ultraderechista Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) y el conservador Partido Popular (ÖVP) están estancadas en torno a qué formación se hará con el control del Ministerio del Interior.
El FPÖ y el ÖVP mantienen conversaciones para formar Gobierno desde enero, después de que fracasaran las anteriores negociaciones entre el ÖVP, los socialdemócratas de centro-izquierda (SPO) y el partido liberal Neos. El FPÖ, y su controvertido líder Hebert Kickl, quedaron primeros en las elecciones parlamentarias de septiembre con cerca del 29% de los votos, pero tuvieron dificultades para encontrar otros partidos que estuvieran de acuerdo con su programa euroescéptico y favorable a Rusia.
Según los medios de comunicación locales, los próximos debates entre el FPÖ y el ÖVP se vaticinan tensos, ya que ambos partidos se disputan el control del Ministerio del Interior, que supervisa el cumplimiento de la ley y tiene una amplia responsabilidad sobre la política nacional de inmigración y asilo.
Posible acuerdo en torno al Ministerio de Exteriores
La semana pasada, Kickl afirmó públicamente en un post de Facebook que debería tener el control de los ministerios de Interior y de Finanzas. El ÖVP calificó de "inaceptable" que ambos departamentos estuvieran bajo el control del FPÖ, pero recientemente suavizó su postura sobre la cartera de Finanzas, según la Agencia de Prensa de Austria.
Por otro lado, las informaciones publicadas el domingo sugerían que se estaba llegando a un compromiso en política exterior. Los medios locales afirman que el FPÖ ofreció al ÖVP el Ministerio de Asuntos Exteriores, así como el control de las agendas del país en la Unión Europea.
También alcanzaron en enero un acuerdo para reducir el déficit presupuestario del país. Aún quedaría mucho margen de discusión entre los dos partidos, que discrepan en varios ámbitos y cuyos políticos han expresado su antipatía personal el uno por el otro. Según un reportaje de la cadena pública austriaca 'ORF', el FPÖ no está dispuesto a aceptar el tratado sobre pandemias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y quiere retirarse del Tratado de Asociación para la Paz de la OTAN, un programa destinado a crear confianza y cooperación entre los Estados miembros de la Alianza, según su página web.
El líder ultraderechista a cargo de las negociaciones, una figura divisiva
Por otra parte, Kickl, que durante mucho tiempo ha hecho campaña contra las vacunaciones, ha declarado que su partido quiere una "compensación" del Gobierno anterior por las políticas introducidas durante la pandemia del COVID-19. También se ha publicado que querría que en los edificios gubernamentales dejen de ondear banderas de la UE, una postura que se aleja de la línea proeuropea del ÖVP.
El ÖVP, cuyo anterior líder, Karl Nehammer, insistió en que no negociaría con Kickl y dimitió tras fracasar en su intento de formar una coalición alternativa, planteó las negociaciones de coalición con el FPÖ como último recurso. Kickl es una figura divisiva, debido a su plataforma hostil con los migrantes y ampliamente euroescéptica, que promete una línea dura con la inmigración irregular y hacer frente a la elevada tasa de inflación de Austria.
El líder ultraderechista ha sido criticado por su uso desenfadado de términos de la época nazi (en una ocasión se autodenominó 'Volkskanzler' o canciller del pueblo, un término que los nazis utilizaban para describir a Adolf Hitler), así como por su oposición a las vacunaciones y las medidas de contención durante la pandemia. Si Kickl se convierte en canciller, encabezará el primer Gobierno de extrema derecha del país desde la Segunda Guerra Mundial.