El ataque se produjo poco antes de una visita del presidente de la República Checa, Peter Pavel, que se comprometió a prestar más ayuda a las regiones ucranianas devastadas por la guerra.
Las autoridades de Ucrania informaron de que Rusia había atacado varias regiones del país durante la noche, incluida la ciudad portuaria de Odesa, en el mar Negro. Como consecuencia de los ataques con drones, tres personas resultaron heridas y un rascacielos residencial y un centro comercial sufrieron graves daños en su estructura. El gobernador regional, Oleh Kiper, declaró que los bombardeos habían provocado cortes de electricidad de emergencia.
"Este es otro recordatorio para el mundo entero. La guerra continúa y Ucrania sigue luchando", declaró en un comunicado Kiper. Además, declaró que se produjeron incendios en al menos tres lugares tras el ataque a última hora del jueves. "Están ardiendo infraestructuras civiles, instalaciones comerciales y varios coches han resultado dañados", detalló.
Más de 70 personas de los servicios de emergencia y 20 camiones de Bomberos participaron en la extinción de lo que las autoridades calificaron de "incendios masivos". Estos ataques se produjeron poco antes de que el presidente de la República Checa, Petr Pavel, visitara la zona para mantener reuniones con los dirigentes de la ciudad de Odesa y funcionarios de las regiones cercanas.
Entretanto, el vice primer ministro para la Restauración de Ucrania, Oleksiy Kuleba, escribió en una publicación en Telegram que "la Federación de Rusia lanzó tres grupos de drones del modelo Shahed contra la ciudad", durante su reunión con Pavel.
Otro ataque ruso cerca de la ciudad de Zaporiyia causó heridas de diversa consideración a seis personas, entre ellas un niño de 4 años, según el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania. La acción bélica de las tropas rusas provocó un gran incendio que afectó a varios coches y edificios residenciales. Tres casas resultaron destruidas y varias otras dañadas.
Tres ataques con drones alcanzaron también Sumy, en el nordeste de Ucrania, provocando incendios, pero sin que se informara de heridos. Las fuerzas aéreas ucranianas sostienen que Rusia lanzó 214 drones y señuelos explosivos en la última oleada de ataques. Según afirman, 114 de ellos fueron interceptados y otros 81 fueron bloqueados.
Ucrania y Rusia se culpan mutuamente del ataque de Kursk
El viernes, Rusia acusó a Ucrania de atacar una estación de medición de gas en la región rusa de Kursk. Una acusación que el Gobierno ucraniano negó. La instalación se encuentra en Sudzha, una parte de Kursk que estaba bajo control de las tropas ucranianas y que Rusia afirmó haber recuperado la semana pasada.
Ucrania confirmó su retirada de la zona de Sudzha, pero refutó las afirmaciones del presidente estadounidense, Donald Trump, así como de su homólogo ruso, Vladímir Putin, de que las fuerzas ucranianas estaban cercadas por las tropas de Rusia en la región.
Moscú acusó a Ucrania de atacar deliberadamente la estación de medición de gas de Sudzha en un "acto de terrorismo". Por su parte, en una publicación en Facebook, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania señaló que la "estación fue bombardeada repetidamente por los propios rusos", calificando el ataque de "provocación" de Moscú como parte de una "campaña de descrédito contra Ucrania".
En principio, Kiev y Moscú acordaron el miércoles un alto el fuego limitado después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hablara con los líderes de los países en conflicto esta semana, aunque quedaba por ver qué posibles objetivos estarían fuera de los límites de los ataques.
Tras una llamada telefónica de aproximadamente una hora con Trump el miércoles, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, indicó a los periodistas que las conversaciones "técnicas" de este fin de semana en Arabia Saudí tratarían de resolver qué tipos de infraestructuras estarían protegidas de los ataques, en virtud del acuerdo.
Las tres partes parecían tener opiniones muy diferentes sobre lo que abarcaba el acuerdo. Mientras que la Casa Blanca señaló que se cubrirían "la energía y las infraestructuras", el Kremlin declaró que el acuerdo se refería más estrictamente a las "infraestructuras energéticas". Zelenski indicó que también le gustaría que se protegieran los ferrocarriles y los puertos.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha aunuciado que el acuerdo alcanzado entre Trump y Putin se refería únicamente a las instalaciones energéticas, y añade que los militares rusos están cumpliendo la orden de Putin de detener esos ataques durante 30 días.
"Los militares rusos se están absteniendo actualmente de realizar ataques contra la infraestructura energética de Ucrania, de conformidad con el acuerdo alcanzado entre Rusia y Estados Unidos", declaró Peskov en una conversación telefónica con periodistas.