El cardenal Giovanni Battista Re pronunció una homilía llena de mensajes políticos y espirituales en la línea del Papa Francisco. Siguiendo la tradición vaticana, una misa exequial puede convertirse en un programa para el futuro de la Iglesia o en un rechazo al pontificado que acaba de terminar
A sus 91 años, el cardenal Giovanni Battista Re no sólo es decano de las cámaras vaticanas y del Colegio Cardenalicio y Prefecto emérito de la Congregación para los Obispos, sino también un diplomático de gran experiencia. El cardenal Re tendrá la tarea formal y jurídica de convocar el Cónclave.
El alto prelado reúne características que le convierten en una figura con poder sustancial en la fase de transición, aunque oficialmente el poder papal durante la sede vacante pertenece al colegio cardenalicio. En sus últimos días, el Papa Francisco destacó al alto prelado italiano para su homilía fúnebre también en virtud de su edad.
Una persona de 90 años no puede ser ni Papa ni elector por límite de edad, una característica ideal para no convertir la homilía fúnebre de un pontífice en una campaña electoral de cara al cónclave.
El recuerdo se remonta al año de gracia 2005, cuando el cardenal Joseph Ratzinger -pocas semanas después Benedicto XVI- pronunció la homilía fúnebre de Juan Pablo II, haciendo gala de su conocida sabiduría teológica. El cardenal Re pronunció la homilía del Papa emérito Benedicto XVI hace poco más de dos años.
Un cardenal y sus afinidades electivas con el difunto Papa
Pocas horas después de la muerte del Papa Francisco, Giovanni Battista Re declaró en una entrevista al diario italiano 'La Repubblica': "Francisco permaneció en el cargo sólo por respeto al Espíritu Santo", justificando así la última elección del difunto pontífice de bajar a la Plaza de San Pedro y dar la bendición pascual Urbi et orbi.
Otra razón de la afinidad del cardenal Re con Jorge Mario Bergoglio es América Latina y la visión más global que romana de la Iglesia católica.
De hecho, el alto prelado italiano comenzó su carrera diplomática en la nunciatura apostólica -la embajada vaticana- en Panamá en 1967. Mientras que de 1967 a 1971 fue diplomático vaticano en Irán, en tiempos del Sha de Persia, Reza Pahlavi.
La homilía fúnebre pronunciada por el cardenal Re se hizo eco de las líneas políticas y pastorales del Papa Francisco, "los problemas de nuestro tiempo" como la inmigración y las guerras.
"Rico en calor humano y profundamente sensible a los dramas de hoy, el Papa Francisco compartió verdaderamente las angustias, los sufrimientos y las esperanzas de nuestro tiempo de globalización, y se entregó en confortar y animar con un mensaje capaz de llegar al corazón de las personas de manera directa e inmediata", dijo el cardenal decano.
La homilía de Giovanni Battista Re, a través de su recuerdo del difunto pontífice, muestra un compartir personal de una línea política y espiritual basada en la evangelización. Una especie de mensaje, no sólo testimonial, sino exhortativo de cara al cónclave.
La centralidad de las relaciones internacionales en la acción espiritual de la Iglesia en el mundo y en la historia forma parte del pensamiento de Giovanni Battista Re, que recibió su investidura como cardenal de otro Papa con cierta idea de la política, Juan Pablo II.
En 2014, cuando Giovanni Battista Re cumplió 80 años, perdió su prerrogativa de cardenal elector por razones de edad. Se liberó así de una carga política y formal que hoy le permite actuar en virtud de la libre convicción inspirada, en su visión de alto prelado católico, por el Espíritu Santo, al igual que el protagonista de su homilía, el Papa Francisco.