Los Estados miembros de la UE adoptaron el jueves su propia posición sobre la tan esperada actualización de las normas aplicables a los pasajeros aéreos, aunque las disposiciones sobre el equipaje de mano siguen siendo controvertidas.
A pesar de la resistencia de Alemania, Portugal, Eslovenia y España, los ministros de Transportes de la UE dieron luz verde el jueves a la propuesta de cobrar a los pasajeros aéreos por el equipaje de mano. Tal y como informó 'Euronews', la propuesta crearía una nueva pieza de equipaje de mano gratuita, que se puede deslizar bajo el asiento, dejando expuestas al cobro las maletas de cabina.
Las propuestas acordadas también obligarían a las compañías aéreas a desviar a los pasajeros lo antes posible, incluso a través de otras compañías o medios de transporte cuando proceda. Si no se ofrece el cambio de ruta en un plazo de tres horas, los pasajeros podrán reservar su propio viaje y reclamar un reembolso de hasta el 400% del precio original del billete.
Los retrasos de más de cuatro horas en vuelos cortos e intracomunitarios (menos de 3.500 km) darán lugar a una indemnización de 300 euros. Los vuelos de larga distancia (más de 3.500 km) justificarán 500 euros tras seis horas de retraso.
Las aerolíneas ya no podrán invocar "circunstancias extraordinarias" a menos que demuestren que se tomaron todas las medidas razonables para evitar la perturbación. También se exigirá explícitamente a las aerolíneas que proporcionen comida, bebida y alojamiento durante los retrasos. Si no lo hacen, los pasajeros podrán organizarlos por su cuenta y reclamar la devolución de los costes.
Para reforzar su cumplimiento, la normativa impone requisitos de información más estrictos. Las aerolíneas deben informar claramente a los pasajeros de sus derechos en el momento de la reserva y durante la tramitación de la reclamación. Se prevén nuevos plazos: los pasajeros tendrán hasta seis meses para presentar una reclamación, y las compañías aéreas deberán responder en un plazo de 14 días.
"La posición finalmente adoptada hoy responde a una petición urgente de los pasajeros y las compañías aéreas de normas actualizadas, más claras y directas", declaró a la prensa Dariusz Klimczak, ministro de Infraestructuras de Polonia, cuyo país preside el Consejo Europeo.
"Las normas revisadas aportarán más de 30 nuevos derechos a los pasajeros aéreos, aplicables desde el momento en que compran un billete hasta que llegan a su destino, y en algunos casos incluso más allá. Es un hito histórico", explicó Klimczak.
Los consumidores se oponen a las propuestas sobre el equipaje
La organización europea de consumidores BEUC criticó la postura adoptada por los Estados miembros, afirmando que "disminuye sustancialmente varios derechos clave". "Aunque el acuerdo mejora algunos derechos sobre el papel, dando a los consumidores un mejor acceso a la información en caso de interrupción, atención y asistencia, representa un retroceso sustancial de otros derechos clave", declaró tras la votación Agustín Reyna, director general de BEUC.
Por ejemplo, las indemnizaciones. Los nuevos umbrales de elegibilidad privarán a la mayoría de los pasajeros de sus derechos de compensación, ya que la mayoría de los retrasos son de entre dos y cuatro horas", explicó Reyna. "Las asociaciones de consumidores ya señalaron que las aerolíneas deberían dejar de cobrar a los pasajeros por su equipaje de mano, presentando una denuncia ante las autoridades de protección de los consumidores y la Comisión Europea el pasado mes de mayo".
"Estas prácticas son contrarias a las normas de la UE y a la jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia de la UE, que establece que el equipaje de mano es un aspecto esencial del transporte de los pasajeros. Por el contrario, el texto adoptado por el Consejo legitima el cobro por un equipaje de mano de tamaño razonable", añadió el director.
Ahora le toca al Parlamento Europeo adoptar su posición sobre el expediente. Si lo hace, el texto entrará en negociaciones interinstitucionales con los Estados miembros, el Parlamento y la Comisión Europea para encontrar una posición común sobre la nueva normativa.
La BEUC lamentó que la revisión se lleve a cabo mediante un procedimiento acelerado que acorta los plazos en el Parlamento, que sólo tendrá que aprobar la propuesta por mayoría absoluta.