Las autoridades de Varsovia llevan trabajando en el Escudo Oriental, tal y como han bautizado a esta barrera protectora frente a Moscú y su Estado satélite, desde noviembre de 2024.
Polonia refuerza sus fronteras. Las autoridades de Varsovia afirman que han añadido campos de minas al proyecto Escudo Oriental, nombre dado al muro militar cuya construcción comenzó en noviembre del año pasado.
La barrera se extiende más de 20 kilómetros a lo largo de la frontera polaca adyacente al enclave ruso de Kaliningrado y llega hasta el mar Báltico. Según Karol Frankowski, jefe de prensa del Ejército polaco, el nuevo corredor es una demostración de fuerza. "Estamos protegiendo nuestra frontera. Vimos lo que le ocurrió a Ucrania durante la guerra ucraniana. Así que tenemos que estar preparados para un posible ataque", explica.
Marek Swierczynski, jefe de la sección de Seguridad y Asuntos Internacionales de Polityka Insight, ha elogiado los avances del proyecto. "Parece que se está formando una nueva división en Eurasia ante nuestros ojos", añadió Swierczynski.
Polonia, uno de los países de la OTAN que ha reforzado significativamente sus capacidades militares, comparte fronteras con Rusia: concretamente con el óblast de Kaliningrado al norte. Se trata de un estrecho corredor arrinconado entre Lituania, Polonia y el Báltico que continúa siendo territorio ruso, a menudo considerado como el flanco más vulnerable de la OTAN.
Según el secretario de Estado polaco, Cezary Tomczyk, el proyecto del Escudo Oriental y el de la frontera bielorrusa estarán terminados en un plazo de tres años. El muro ha recibido miles de millones de euros de financiación, incluidas aportaciones de la UE. En marzo, el Ministerio de Defensa polaco anunció que el Banco Europeo de Inversiones había acordado en principio destinar 1.000 millones de euros al proyecto. También se espera que el proyecto incluya una red de barreras antitanque, refugios fortificados y búnkeres.