Detrás del incidente diplomático que protagonizaron el martes en Bengasi el Comisario de Migración, Brunner, y tres ministros de la UE está Jalifa Haftar, según dijo una fuente a 'Euronews'. El general, que controla de hecho el este de Libia, intentó forzar la mano de la UE.
La expulsión de Libia de la delegación de la UE, que el martes pretendía reunirse con las autoridades de Bengasi después de las de Trípoli para frenar la salida de emigrantes hacia las costas europeas, fue el resultado de una maniobra predestinada por el general Jalifa Haftar y el Gobierno autoproclamado del este del país.
'Euronews' ha sabido esto por una fuente en Bruselas, que estaba al corriente de lo sucedido cuando la delegación de la UE aterrizó en Bengasi.
La misión estaba compuesta por el comisario de Interior y Migración, Magnus Brunner, el ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, el ministro maltés, Byron Camilleri, el ministro griego de Migración y Asilo, Athanasios Plevris, y el embajador de la UE en Libia, Nicola Orlando.
El incidente diplomático corre el riesgo de complicar los esfuerzos de Europa por evitar un verano de salidas irregulares de Libia, hasta el punto de que Grecia decidió el miércoles suspender temporalmente las solicitudes de asilo para los llegados del norte de África.
Lo ocurrido a la delegación de la UE en Bengasi
La delegación había viajado al este de Libia tras reunirse en Trípoli con representantes del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), el ejecutivo reconocido internacionalmente que lidera Abdul Hamid Mohammed Dbeibah. Las partes habían debatido positivamente sobre patrullas conjuntas para contrarrestar la migración ilegal y la cooperación en materia de repatriación.
Antes de partir hacia Bengasi para acordar esfuerzos similares a cambio de un plan de inversiones con el Gobierno local de Estabilidad Nacional (GNS), el propio ministro Piantedosi había expresado su satisfacción en las redes sociales.
Sin embargo, el viaje a Cirenaica se limitó al aeropuerto de Bengasi, donde el primer ministro Osama Saad Hammad y dos ministros del Gns esperaban a la delegación europea, con fotógrafos y cámaras a cuestas.
Esa recepción, que podría parecer rutinaria, entrañaba el riesgo de inmortalizar a los funcionarios europeos junto a las autoridades de un Gobierno oficialmente ilegítimo y, por tanto, al menos en los medios de comunicación, un reconocimiento de 'facto'* del Gns.
Las protestas de la delegación de la UE desembocaron primero en negociaciones y finalmente en la expulsión de los funcionarios como 'personae non gratae', acompañada de un comunicado del Gobierno en el que se les acusaba de haber llevado a cabo una misión "no autorizada" y de haber "faltado al respeto a la soberanía nacional libia".
El Gobierno italiano habló de un malentendido de protocolo. Después, en una entrevista a la RAI, el ministro Piantedosi describió el incidente como una "reunión cancelada en el último momento" debido a "un resentimiento de la parte libia por cierto exceso de celo por parte de algunos funcionarios de la delegación europea".
Ningún rechazo, sólo un "incidente grave" que no socava la cooperación con las autoridades de Bengasi, resumió el ministro italiano. Según 'Euronews', no fue así, aunque es cierto que la UE tiene intención de seguir cooperando.
Brunner y los ministros de la UE propusieron una condición para la reunión
"Los acuerdos eran que sólo estarían los de Haftar", por lo tanto los militares, explicó a 'Euronews' una fuente informada del asunto, mientras que la presencia de la autoridad política "se discutió, pero como hipótesis, y se decidió por si se trataba más adelante".
Como ya han reconstruido los medios de comunicación italianos e internacionales, el embajador Orlando recibió instrucciones de bajar del avión para pedir, educadamente y disculpándose, que no se hicieran fotos debido a las posibles implicaciones diplomáticas. Tras recibir el visto bueno, la delegación de la UE desembarcó del avión y se trasladó a una sala de espera, aunque en medio de tomas y filmaciones hasta ahora aparentemente inéditas.
Mientras tanto, el homólogo libio, que había organizado la visita, respondió al teléfono cuando se le pidieron explicaciones. "Este es el Gobierno de Bengasi, hay que aceptarlo", fueron las palabras que relató la fuente bruselense, "y en la reunión con Haftar estará el Gobierno y también el primer ministro".
'Euronews' ha sabido que el comisario Brunner y los ministros de la UE intentaron desbloquear la situación ofreciéndose a sentarse también a la mesa con los representantes del Gns , siempre y cuando presentaran formalmente las conversaciones como limitadas a Haftar y sus socios.
Tras varias insistencias europeas y otras tantas negativas, los libios "se negaron" y repitieron "nosotros somos el Gobierno", dijo la fuente, concluyendo que todo "era obviamente una trampa".
Quién es el general Haftar y qué planes tiene para Libia
Tras la guerra civil libia y la muerte de Gadafi en 2011, Haftar fue ganando poder a través de su Ejército Nacional Libio (ENL), hasta controlar gran parte de Cirenaica y Fezzan.
Tras más de una década de enfrentamientos militares por el control del país, el apoyo principalmente de Egipto, Rusia y Turquía ha colocado al Gobierno de Bengasi y al líder del LNA, de 81 años, en una posición ventajosa frente al Ejecutivo de Trípoli, que cuenta con apoyo internacional pero está debilitado por los enfrentamientos entre las milicias afiliadas.
"En las últimas semanas se han producido una serie de acontecimientos, por lo que el Gobierno del este se ha envalentonado. Ahora tienen armas rusas, así que son muy poderosos, y mucho dinero", es el análisis del interlocutor de 'Euronews'.
Este Gobierno quiere imponerse y está haciendo todos los chantajes posibles", como en el caso de las salidas de inmigrantes hacia Europa, concluye, "para apartar a Trípoli y ser el único Gobierno".