Este verano, Washington ha suspendido prácticamente las entregas de armas a Ucrania, y en su lugar ha pedido a los europeos que compren equipos y los donen ellos mismos, y hasta ahora los aliados de Ucrania han accedido con millones de euros al mes.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se mostró confiado el miércoles en que los aliados de Ucrania habrán comprometido 5.000 millones de dólares (4.300 millones de euros) para finales de año en la compra de armamento de fabricación estadounidense, con el fin de garantizar el flujo continuo de este tipo de material a Kiev tras la congelación por parte de Washington de las donaciones militares al país devastado por la guerra.
Según Rutte, los aliados han prometido ya miles de millones en compras militares estadounidenses en el marco de la iniciativa de la Lista de Necesidades Prioritarias de Ucrania (PURL), según la cual la OTAN coordina la compra de los equipos que Ucrania necesita de los arsenales estadounidenses. El programa se puso en marcha en julio después de que la Administración Trump anunciara que reduciría drásticamente sus propias entregas de equipos letales y no letales a Ucrania. Más de 20 aliados ya han contribuido.
Esta semana, cinco aliados anunciaron nuevas promesas de gasto, entre ellos Canadá (171 millones de euros), Países Bajos (214 millones de euros), así como Noruega, Polonia y Alemania, que se comprometieron a aportar un total de 429 millones de euros.
Australia y Nueva Zelanda también se han comprometido en los últimos días a participar en el programa a pesar de no ser miembros de la alianza. Esta última ronda de compromisos "nos encamina hacia los 5.000 millones de dólares para todo el año", declaró Rutte a la prensa tras una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN en Bruselas.
Añadió que la lista de aliados participantes parece dispuesta a crecer, y que ahora, cinco meses después del lanzamiento del programa, "sólo un puñado de naciones" no se han comprometido aún a través del PURL. Entre ellos figuran Italia y Francia, que prefieren donar material de fabricación europea. Pero algunos países participantes se muestran cada vez más frustrados.
A su llegada a la reunión de la OTAN, el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Kęstutis Budrys, declaró que "tenemos que compartir la carga". "No podemos seguir como hasta ahora, sobre los hombros de los países nórdicos, bálticos, Alemania, Polonia y algunos otros", añadió.
Se calcula que Ucrania necesitará al menos 83.000 millones de euros para financiar sus necesidades militares en los próximos dos años. Se espera que los europeos, que hasta ahora han sido los mayores donantes de ayuda militar y macrofinanciera a Ucrania, asuman la mayor parte de la carga.
Rutte dijo que espera que los compromisos de la PURL sigan alcanzando los 1.000 millones de dólares al mes hasta finales de 2026. "Para el año que viene, necesitamos de nuevo para todo el año mucho dinero", había dicho también antes. "Al menos 1.000 millones, quizá incluso un poco más de 1.000 millones al mes. Podrían ser unos 15.000 millones, quizá un poco más para todo el año".