Los retos en la gestión del agua, con microalgas

En colaboración con The European Commission
Los retos en la gestión del agua, con microalgas
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Por Cyril Fourneris con Aurora Vélez
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Principales diferencias entre el tratamiento tradicional de las aguas residuales y el que emplea microalgas. Los retos de esta metodología que quiere inscribirse en la economía circular, explicados por Silvio Mangini, director técnico del proyecto europeo Altgae.

El tratamiento de las aguas residuales representa alrededor del 1% del consumo total de energía en Europa, ¿Cómo reducir su coste, utilizando un tramaiento ecosostenible?

La industria de alimentos y bebidas produce grandes cantidades de aguas residuales salinas, pero los métodos que se emplean actualmente para tratar estos vertidos suelen ser muy caros y poco respetuosos con el ecosistema. Un grupo de investigadores italianos y eslovenos participan en el proyecto europeo SaltGae. Cultivan microalgas que absorben los nutrientes de las aguas residuales industriales. Las algas se alimentan con ellos, al tiempo que filtran el agua. Cuando se secan, pueden ser comercializadas para fabricar cosméticos, alimentos para animales o fertilizantes.

Una tecnología sostenible que, según ellos, podría ser financieramente interesante y respetuosa con el medioambiente. La idea es que los industriales se doten de depósitos de algas direcamente en sus plantas de fabricación, para promover la economía circular y para que el tratamiento de las aguas residuales, en vez de suponer un coste, represente un recurso valioso.

Silvio Mangini, director técnico del proyecto dice que utilizan una tecnología de producción de microalgas totalmente diferente a la que se emplea convencionalmente: "Desarrollamos una tecnología con la que producimos microalgas, sin emplear los métodos de cultivo tradicionales ya que nosotros utilizamos aguas que provienen de la industria agroalimentaria, y que hemos seleccionado con antelación por sus propiedades químicas y físicas. Esto nos proporciona la posibilidad de entrar en la economía circular, en cuanto los conocimientos tecnológicos que desarrollamos en estas instalaciones se transfieran a la industria agroalimentaria, gracias al proyecto Saltgae, y siempre y cuando las circunstancian lo permitan. Si las empresas disponen de terrenos, y luz solar, podremos plantearnos la construcción de este tiepo de depósitos de algas en las plantas industriales o en las centrales lecheras", plantea. 

Según Mangini, "los principales desafíos son la optimización del proceso, la ingeniería tecnológica y la adaptación de la tecnología a las diferentes condiciones climáticas. Las algas prefieren los climas cálidos y soleados, mientras que la mayor parte de los industriales europeos se encuentran en zonas en las que puede que el sol puede que no esté muy presente".

Esta circunstancia también se ha previsto en el proyecto, por lo que han "puesto a punto una tecnología de tratamiento térmico que permitirá llevar a cabo la economía circular y, especialmente la "[cogeneración](https://es.wikipedia.org/wiki/Cogeneraci%C3%B3n Un procedimiento por el que se obtiene simultaneamente energía térmica y eléctrica)", es decir la reutilización del vapor.

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