Informáticos, historiadores y gestores de patrimonio se reunieron en Dresde, Alemania, para tratar de dar respuesta a esta pregunta.
¿Puede ayudarnos la Inteligencia Artificial a viajar en el tiempo para conocer y proteger mejor el Patrimonio Cultural Europeo? Informáticos, historiadores y gestores de patrimonio se reunieron en Dresde, Alemania, para tratar de dar respuesta a esta pregunta.
La histórica ciudad fue escogida por científicos en el marco de un proyecto de investigación europeo para reflexionar sobre los caminos a seguir. El objetivo es viajar a través de 5.000 años de historia europea con la ayuda de herramientas digitales, inteligencia artificial y el mundo virtual, como en la reconstrucción de la catedral de Notre Dame de París. Según los investigadores, los desafíos enormes.
El archivista y presidente del Centro Internacional de Investigación Archivística ICARUS, Thomas Aigner, explica que "el proceso de digitalización debería ser más rápido y más barato para poder digitalizar una gran cantidad de material. El segundo gran reto al que nos enfrentamos es qué hacer con las imágenes que tenemos. ¿Cómo podemos convertir las imágenes que contienen información en información digital? o ¿cómo podemos convertir automáticamente manuscritos del siglo XVI y XVII en textos que puedan ser procesados posteriomente?", se interroga Aigner.
Las soluciones han llegado con la ayuda de la Inteligencia Artificial, a menudo en forma de sistemas de tratamiento de textos manuscritos y métodos de reconocimiento de imágenes que están ayudando a construir lo que los investigadores definen como 'el Big Data del pasado'.
Julia Noordegraaf, profesora de Patrimonio Digital de la Universidad de Ámsterdam, explica la tecnología que hay detrás de este reto. "El poder de la Inteligencia Artificial es la ampliación del alcance de la investigación" -detalla- "Tenemos el ejemplo de las casas típicas de Ámsterdam: tenemos testamentos y otro tipo de descripciones de lo que los ciudadanos de Ámsterdam tenían en sus casas durante 400 años. Tenemos registros de ello. En el pasado, se tenía que indagar y leer todos esos documentos escritos a mano. Ahora los archivos de la ciudad emplean un software de reconocimiento que transcribe automáticamente los manuscritos y las notas, lo que nos permite extraer todos los objetos, personas y eventos de esos datos", concluye Noordegraaf.
Los investigadores esperan que estas herramientas ayuden a los europeos no solo a aprender más sobre su pasado sino también a aumentar su sentido de pertenencia a una historia diversa pero común. El informático Frédéric Kaplan, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, recuerda que "por un lado tenemos la Historia oficial, pero al mismo tiempo también tenemos todas las otras Historias, la historia de cada calle, de cada familia...Todas estas diferentes historias se mezclan en el 'Big Data del Pasado', que es capaz de interconectarlas y permite reconstruir esta complejidad en el contexto histórico", detalla.
Según los científicos, los datos interactivos están siendo diseñados para ayudar a los académicos y a la industria pero también a los ciudadanos y a los turistas para descubrir, explorar, explotar, analizar, combinar o incluso comprobar datos de nuestro pasado común europeo, como cuenta la historiadora Dorit Raines, de la Universidad de Venecia. "Los turistas puede usar esta aplicación para preparar su viaje" -explica- "Después, visitan la ciudad y cuando regresan, pueden descargar sus propias fotos, compartilas para que otros puedan usarlas. Así que el usuario construye una especie de cadena de conocimiento que la sociedad entera puede también."
400 instituciones ya se han unido a la iniciativa. Los viajes virtuales ya son posibles en ciudades pequeñas como Sion, en Suiza, pero también en Ámsterdam, Viena, Budapest, Venecia o París.