Por Kate Abnett
BRUSELAS - Alemania se opondrá a los planes de la Unión Europea de incluir la energía nuclear como inversión sostenible en su política de "taxonomía" para etiquetar las inversiones ecológicas, dijo el Gobierno el lunes.
Bruselas busca la aprobación de los países de la UE y del Parlamento Europeo para su plan de etiquetar el gas y la energía nuclear como inversiones respetuosas con el clima, lo que ha dividido la opinión de los Estados que discrepan sobre las credenciales ecológicas de estos combustibles.
Alemania, la mayor economía de la UE, es uno de los países que tiene previsto rechazar el plan cuando los países lo voten en las próximas semanas.
"El Gobierno Federal ha expresado su oposición a las normas de taxonomía de la energía nuclear. Este 'no' es una importante señal política que deja claro: la energía nuclear no es sostenible y, por tanto, no debe formar parte de la taxonomía", dijeron en un comunicado los ministerios de Medio Ambiente y de Economía y Clima de Alemania.
"En consecuencia, el Gobierno Federal votará a favor de que el Consejo se oponga al acto jurídico delegado de la Comisión de la UE", dijeron los ministerios.
Para rechazar la normativa, 20 de los 27 países de la UE deben oponerse a ella, un umbral elevado que se considera poco probable que se alcance. Sin embargo, la postura de Alemania también podría influir en la opinión del Parlamento Europeo, donde una mayoría de los 705 legisladores de la asamblea podría bloquear las normas sobre gas y energía nuclear en una votación en julio.
La taxonomía de las finanzas sostenibles de la UE se diseñó para proporcionar un "estándar de oro" para la inversión verde, limitando las inversiones que pueden ser etiquetadas como respetuosas con el clima a sólo aquellas que realmente protegen el planeta.
La generación de energía nuclear no emite CO2, pero produce residuos radiactivos. Por otra parte, Austria y Luxemburgo han amenazado con emprender acciones legales por el plan de etiquetar las inversiones nucleares como ecológicas.
El plan de etiquetar el gas como respetuoso con el clima se ha enfrentado a las críticas de países como España, aunque algunos países habían presionado mucho a favor de la taxonomía para incentivar las inversiones en gas y ayudarles a eliminar el carbón. El gas emite menos CO2 que el carbón cuando se quema, pero también está asociado a las fugas de metano, un potente gas de efecto invernadero.