Al organizar el desfile, Serbia muestra su compleja política exterior, en la que equilibra sus ambiciones de entrar en la UE con los acuerdos armamentísticos con Francia, China, Israel y Rusia. También envía un mensaje a su rival más cercano, Croacia, tras realizar un desfile similar en julio.
Serbia organizó el sábado un desfile militar a gran escala en Belgrado, en el que exhibió tanques, sistemas de misiles y aviones de combate, en una muestra de la política exterior multidimensional del país de los Balcanes Occidentales, que equilibra las aspiraciones a la UE con los acuerdos armamentísticos con Francia, China, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Israel y Rusia.
10.000 militares desfilaron por el distrito de Nuevo Belgrado, mientras la multitud ondeaba banderas nacionales y los aviones sobrevolaban la ciudad. La maquinaria exhibida abarcaba desde armas de producción nacional hasta las suministradas internacionalmente, mostrando lanzacohetes de Israel y drones comprados a Emiratos Árabes Unidos.
El desfile también mostró tanques suministrados por Rusia y sistemas antiaéreos de China, lo que refleja las estrechas relaciones de Belgrado con Moscú y Pekín, a pesar de que Vučić y el Gobierno dirigido por el SNS han declarado en repetidas ocasiones que quieren que Serbia se una a la Unión Europea.
Entre los equipos más significativos figuraba una versátil plataforma de artillería de cohetes de fabricación israelí, capaz de lanzar toda una gama de municiones con cargas útiles variables y alcances de hasta 300 kilómetros, lo que significa que podría llegar a la mayoría de las capitales balcánicas. También se presentaron los cazas Rafale de las fuerzas aéreas francesas, aviones polivalentes de los que Serbia encargó 12 unidades.
Las autoridades describieron el acontecimiento como la mayor exhibición de fuerza militar de Serbia hasta la fecha, y el presidente Aleksandar Vučić afirmó que el desfile ponía de relieve la capacidad del país para defender su independencia y soberanía, y actuar como elemento disuasorio frente a agresores extranjeros.
Los líderes de la oposición, por su parte, afirman que el desfile no tenía tanto que ver con exhibir la fuerza del Ejército del país como con reforzar el Gobierno de Vučić.
La Policía antidisturbios impidió a varios estudiantes universitarios y otros simpatizantes de la oposición, que han protagonizado diez meses de protestas contra la corrupción, asistir como espectadores.
La decisión de Serbia de organizar un desfile militar sólo unos meses después de que Croacia celebrara el suyo en julio pone de manifiesto la rivalidad estratégica existente en la región e indica que podría estar gestándose una carrera armamentística.