Euronews Next analiza el auge del ciberacoso entre adolescentes en Europa, expertos explican por qué difieren las tasas, crecieron con la pandemia y cómo influye la familia.
El ciberacoso entre niños y adolescentes es un problema creciente en toda Europa y afecta a todos los países del bloque, según un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Lo más alarmante es que las tasas de ciberacoso han aumentado en los 29 países y regiones europeas, incluidos en la investigación. Los niveles varían mucho y los Estados bálticos, el Reino Unido e Irlanda figuran entre los más afectados.
Entonces, ¿qué países sufren más el ciberacoso entre los jóvenes? ¿Cómo difieren las tasas entre chicas y chicos? ¿Hay alguna relación entre la estructura familiar, vivir con uno o con dos progenitores, y la probabilidad de sufrirlo?
Qué es el ciberacoso
El ciberacoso se refiere al hostigamiento, las amenazas o los comentarios negativos en línea dirigidos por parte de iguales o desconocidos, según el informe de la OCDE '¿Cómo es la vida de los niños en la era digital?', fechado en 2025. Suele incluir conductas agresivas repetidas e intencionales, un desequilibrio de poder y el uso de medios digitales.
La encuesta lo describe con ejemplos como "alguien envió mensajes instantáneos, correos electrónicos o SMS ofensivos; publicaciones en perfiles; creó una página web para burlarse de ti; colgó en internet, sin permiso, fotos poco favorecedoras o inapropiadas tuyas o las compartió con otros".
Los datos de la OCDE abarcan escolares de 11, 13 y 15 años. Entre 2021 y 2022, la tasa de ciberacoso, que mide la proporción de menores acosados en línea, osciló entre el 7,5% en España y el 27,1% en Lituania.
La media de la OCDE, que refleja en gran medida a Europa, fue del 15,5%. Además de Lituania, presentaron tasas superiores a esa media Letonia, Polonia, Inglaterra, Hungría, Estonia, Irlanda, Escocia, Eslovenia, Suecia, Gales, Finlandia y Dinamarca. Portugal, Grecia y Francia figuran también entre los países con menores tasas. En Alemania e Italia, el ciberacoso quedó asimismo por debajo de la media europea.
Por qué difiere el ciberacoso entre los distintos países
"Las diferencias entre países en la prevalencia del (ciber)acoso en Europa se explican mejor por la interacción de factores tecnológicos, culturales e institucionales", declaró a 'Euronews Next' James O'Higgins Norman, profesor en la Universidad de la Ciudad de Dublín y titular de la Cátedra de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sobre acoso y ciberacoso.
En el plano tecnológico, señaló, las diferencias en el acceso a internet, la penetración de los teléfonos inteligentes y las plataformas dominantes influyen en la frecuencia y la naturaleza de las interacciones en línea de los jóvenes.
En el ámbito cultural, las normas sociales sobre el conflicto, la comunicación y la agresión difieren sustancialmente; las sociedades con mayor aceptación de la hostilidad verbal o de la agresión indirecta tienden a registrar niveles más altos de acoso en línea.
En el plano institucional, las diferencias en educación sobre alfabetización digital, programas de prevención en los centros y mediación parental contribuyen a resultados dispares entre países.
Según expertos de la European Antibullying Network (EAN), también importan las diferencias en los sistemas educativos nacionales. "Allí donde se enseña de forma activa alfabetización digital y seguridad en línea, los jóvenes suelen estar mejor preparados para prevenir y responder al ciberacoso", explicaron a 'Euronews Next'.
También subrayaron que las desigualdades sociales y económicas, así como los niveles de apoyo familiar y comunitario, condicionan la vulnerabilidad de los jóvenes al acoso y la capacidad de escuelas e instituciones para intervenir con eficacia.
El ciberacoso aumentó en todos los países europeos
Del periodo 2017-2018 al 2021-2022, el ciberacoso aumentó en los 29 países y regiones europeos incluidos en el informe. El incremento superó los cinco puntos porcentuales en Dinamarca, Lituania, Noruega, Eslovenia, Islandia y los Países Bajos. La media de la OCDE pasó del 12,1% al 15,5%.
Alina Cosma, del Trinity College de Dublín, señaló que se trata de un aumento pequeño que puede atribuirse a que esta generación de adolescentes tuvo mayor acceso a dispositivos digitales y pasó más tiempo conectada.
Los expertos de la EAN subrayaron que la pandemia de la COVID-19 desempeñó un papel significativo, con las escuelas cerradas y la vida social trasladada a internet, los jóvenes pasaron mucho más tiempo en plataformas digitales, donde los conflictos y el acoso se producían con mayor facilidad.
"Este periodo coincide con una rápida expansión del uso de los teléfonos inteligentes y del consumo de redes sociales entre los jóvenes, lo que ha multiplicado tanto las oportunidades de conexión social como las de interacciones dañinas en línea", indicó O'Higgins Norman.
Añadió que los entornos de comunicación digital suelen ofrecer anonimato, inmediatez y audiencias amplias, lo que reduce la responsabilidad social y la empatía y puede normalizar conductas hostiles o excluyentes en línea.
"Sin embargo, es importante subrayar que este periodo no debe interpretarse como el inicio de una tendencia al alza a largo plazo en la prevalencia del ciberacoso. Datos nacionales recientes apuntan a que los niveles podrían haberse estabilizado tras la pandemia", añadió.
Las chicas sufren mayores tasas de ciberacoso
En muchos países, las chicas tienen más probabilidades de ser víctimas de ciberacoso, pero Lituania es una excepción destacada. En la media de la OCDE, la tasa es del 14,3% entre los chicos y del 16,4% entre las chicas. La brecha supera los cinco puntos porcentuales en varios países, entre ellos Suecia, Francia, Inglaterra e Italia.
Norman relacionó esta diferencia con patrones de comportamiento y normas sociales de género. Las chicas tienden a participar más en la comunicación y la autopresentación a través de las redes sociales, ámbitos estrechamente asociados a formas relacionales y emocionales de ciberacoso, como la exclusión social, la difusión de rumores o el acoso basado en imágenes.
Tasas más altas de ciberacoso en hogares monoparentales
Los adolescentes de familias monoparentales también tienen más probabilidades de declarar haber sufrido ciberacoso que los de hogares con dos progenitores. Ocurre en todos los países. La diferencia es aún mayor que la de género, un 19,8% frente a un 14,1%. La brecha supera los cinco puntos porcentuales en más de 20 países del listado.
"Una mayor prevalencia de ciberacoso entre jóvenes de familias monoparentales puede indicar vulnerabilidades estructurales y psicosociales, vinculadas al contexto familiar", señaló O'Higgins Norman.
Esto sugiere que los progenitores que crían a sus hijos solos suelen afrontar mayores presiones de tiempo, económicas y emocionales, lo que puede limitar la supervisión de la actividad digital de sus hijos y reducir las oportunidades de orientarles hacia un uso seguro. Los menores en estos hogares también pueden pasar más tiempo en línea para relacionarse, lo que aumenta su exposición al riesgo.