Por primera vez, astrónomos observan vientos ultrarrápidos de un agujero negro lejano, lo que arroja luz sobre uno de los fenómenos más misteriosos del universo.
En una galaxia muy lejana, un agujero negro está generando vientos tan poderosos que en la Tierra cuesta imaginar su magnitud. Por primera vez, un equipo internacional de astrónomos ha podido observar directamente este fenómeno.
El gigantesco agujero negro, del tamaño de 30 millones de soles de nuestra galaxia, está situado en NGC 3783, una galaxia espiral a unos 130 millones de años luz de la Tierra.
Con dos de los principales telescopios espaciales de rayos X, los astrónomos vieron cómo el agujero negro devoraba todo a su alrededor para alimentar una región extremadamente brillante y activa en el centro de la galaxia, conocida como núcleo activo de galaxia (AGN).
Mientras absorbía ese material, el agujero negro emitió un destello de rayos X intenso y fugaz que pronto dio paso a vientos ultrarrápidos, algunos de ellos de casi 60.000 kilómetros por segundo, o el 20% de la velocidad de la luz.
"Nunca habíamos visto a un agujero negro crear vientos con tanta rapidez", dijo Liyi Gu, de la Organización de Investigación Espacial de Países Bajos (SRON), en un comunicado.
"Por primera vez hemos visto cómo un estallido rápido de luz de rayos X procedente de un agujero negro desencadena de inmediato vientos ultrarrápidos, que se forman en solo un día", añadió Gu, que lideró al equipo de investigadores.
La investigación del equipo se publicó esta semana en la revista internacional 'Astronomy & Astrophysics'.
Dos potentes telescopios del espacio profundo
Para estudiar este fenómeno, uno de los más esquivos del Universo, Gu y sus colegas utilizaron dos potentes telescopios, el XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Misión de Imágenes y Espectroscopia de Rayos X (XRISM).
XMM-Newton siguió la evolución del destello inicial y evaluó el alcance de los vientos, mientras que XRISM detectó el destello y los vientos y analizó su velocidad y su estructura.
"Su descubrimiento nace de una colaboración exitosa, algo que es esencial en todas las misiones de la ESA", afirmó en un comunicado Erik Kuulkers, científico del proyecto XMM-Newton de la ESA.
Los autores del estudio creen que los vientos se originaron cuando el enmarañado campo magnético del agujero negro se desenredó. Señalan que este proceso se parece a las grandes erupciones solares de nuestra galaxia, conocidas como eyecciones de masa coronal.
Es similar a las fulguraciones que brotan del Sol, pero en una escala casi imposible de imaginar", dijo Matteo Guainazzi, coautor del estudio y científico del proyecto XRISM de la ESA.
Estas similitudes son alentadoras, apuntan los investigadores, demuestran que los agujeros negros supermasivos a veces pueden comportarse como nuestra estrella local y ayudan a despejar parte del misterio que los rodea.
Los científicos registraron eyecciones de masa coronal de nuestro propio Sol tan recientemente como el 11 de noviembre, con velocidades de viento de 1.500 kilómetros por segundo.