Este nuevo enfoque clasificaría a una persona como obesa si tuviese un índice de masa corporal superior a 40 o presentase otros problemas de salud relacionados con el peso.
Casi siete de cada diez adultos estadounidenses serían clasificados como obesos bajo una nueva definición propuesta. La medida tradicional de obesidad, basada en un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más, ha sido criticada repetidamente por no distinguir entre grasa y músculo. En respuesta, a principios de este año, varios expertos médicos reclamaron una actualización de la misma.
El nuevo enfoque etiquetaría a alguien como obeso si tiene un IMC superior a 40 o si, además de un índice relativamente alto, cuenta con un signo extra de exceso de grasa corporal, como una relación cintura-altura alta. Las personas también podrían ser clasificadas como obesas si tienen dos signos de exceso de grasa incluso con un IMC estándar. La obesidad también se dividiría en dos categorías: clínica, donde la persona también tiene complicaciones de salud, o preclínica, donde no las tiene.
Aplicando esta definición a una muestra representativa a nivel nacional de más de 300.000 adultos estadounidenses de 18 a 80 años, los investigadores encontraron que la prevalencia de la obesidad saltó del 43% según los criterios tradicionales del IMC al 69% con el nuevo sistema. Entre los adultos de 70 años y más, casi ocho de cada diez serían clasificados como obesos.
El estudio, publicado en la revista JAMA Network Open, muestra que casi todas las personas consideradas obesas según la definición tradicional también cumplirían con los nuevos criterios, con casi 700 excepciones. Sin embargo, alrededor de 78.000 personas que anteriormente no habrían sido clasificadas como obesas fueron incluidas en la nueva definición. Casi la mitad, además, tendría obesidad clínica.
La obesidad en Europa, mucho más baja pero en auge
Los niveles de sobrepeso y obesidad también están aumentando en Europa, según un informe del Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación, una organización sin ánimo de lucro orientada al consumidor.
Usando la medida tradicional del IMC para la obesidad, Rumanía (38%), Malta y Hungría (36%) o Croacia (35%) tienen las tasas más altas de hombres en la Unión Europea. Mientras tanto, las tasas de obesidad son más bajas para los hombres franceses (10%), Países Bajos (15%) y Dinamarca (16%).
Las tasas más altas de obesidad entre las mujeres se registraron en Rumanía (32%), Malta y Hungría (29% cada una). Entre ellas, Francia también está en el otro extremo del espectro, con un 10%, por delante de Dinamarca (11%), Austria y España (13% cada una).