Los diagnósticos de cáncer de tiroides, mama, colorrectal, riñón y endometrio están aumentando en todo el mundo, siendo el cáncer colorrectal el que más rápidamente se está dando entre los menores de 50 años.
Un nuevo estudio mundial ha revelado que los casos de cáncer están aumentando entre las poblaciones más jóvenes de gran parte del mundo, y que gran parte de este incremento está relacionado con la obesidad.
El aumento no se limita a las personas menores de 50 años, ya que las generaciones de más edad registran tendencias ascendentes similares. La investigación, publicada esta semana en 'Annals of Internal Medicine', examinó los datos sobre cáncer de 42 países de los cinco continentes entre 2003 y 2017.
Los científicos analizaron 13 tipos de cáncer de los que se había informado anteriormente que estaban aumentando en adultos más jóvenes. Los resultados confirman que varios tipos de cáncer son cada vez más frecuentes entre los adultos de 20 a 49 años. Se trata del cáncer de tiroides, mama, colorrectal, riñón, endometrio y leucemia, todos ellos con tasas crecientes en más de tres cuartas partes de los países estudiados.
El cáncer de tiroides registró los aumentos más pronunciados, con una variación porcentual media anual del 3,57%, seguido del de riñón (2,21%) y el de endometrio (1,66%).
El cáncer colorrectal, uno de los cánceres de aparición temprana más comentados, aumentó un 1,45% anual de media entre los adultos más jóvenes. Aunque las tasas aumentaron tanto en los adultos jóvenes como en los mayores para la mayoría de los cánceres, el cáncer colorrectal fue la excepción.
En casi el 70% de los países, los nuevos diagnósticos aumentaron más rápidamente en los adultos jóvenes que en las poblaciones de más edad. El estudio señaló que la tendencia al alza en múltiples tipos de cáncer sugiere que podría haber factores subyacentes compartidos, como el aumento de las tasas de obesidad, los cambios en la dieta y el uso de antibióticos.
Los adultos mayores siguen soportando la mayor carga
Aunque los resultados subrayan la creciente preocupación por los cánceres de aparición precoz, los investigadores advirtieron del peligro de centrar los esfuerzos de prevención únicamente en los adultos jóvenes. A pesar del rápido aumento de algunos tipos de cáncer entre las personas menores de 50 años, el número total de casos sigue siendo mucho mayor en las poblaciones de más edad.
Por ejemplo, en Estados Unidos, unas 50.000 mujeres menores de 50 años fueron diagnosticadas de cáncer de mama en 2022, frente a más de 210.000 entre las mayores de 50 años. Los investigadores reclamaron más estudios sobre las causas de estos repuntes.
Los últimos hallazgos "pueden ayudar a orientar las futuras prioridades de investigación y las prioridades clínicas, como la necesidad de estrategias de tratamiento especiales y las necesidades de cuidados de apoyo para los pacientes más jóvenes con cáncer", concluye el informe.
¿Están aumentando realmente los cánceres de aparición precoz, o simplemente los médicos detectan más casos?
Un estudio publicado el mes pasado sugiere que gran parte del aumento de los cánceres de aparición precoz puede deberse a un exceso de diagnóstico, más que a un verdadero incremento de la enfermedad.
En un estudio publicado en la revista 'JAMA Internal Medicine', los investigadores analizaron los ocho tipos de cáncer con una incidencia en rápido aumento (tiroides, ano, riñón, intestino delgado, colorrectal, endometrio, páncreas y mieloma) entre los adultos menores de 50 años.
Descubrieron que, aunque los diagnósticos de estos cánceres se han duplicado aproximadamente desde 1992, las tasas de mortalidad se han mantenido notablemente estables. Esto sugiere que el aumento de los casos notificados refleja en gran medida una mayor detección y sobrediagnóstico, más que un verdadero aumento de las enfermedades potencialmente mortales.
Los autores del estudio advierten de que si se presenta el cáncer de aparición precoz como una epidemia se corre el riesgo de exagerar el problema y de tener consecuencias imprevistas.
Los diagnósticos innecesarios, por ejemplo, pueden imponer a los pacientes cargas emocionales, físicas y económicas considerables, sometiendo a adultos jóvenes por lo demás sanos a tratamientos invasivos y controles a largo plazo que en realidad no mejoran su salud.