Los investigadores preparan el primer ensayo del Servicio Nacional de Salud británico para probar el uso seguro y eficaz del óxido nitroso como tratamiento.
El óxido nitroso, más conocido como gas de la risa, podría ofrecer un alivio rápido y de corta duración a personas con depresión grave o resistente a los tratamientos, según un amplio análisis liderado por la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido.
La revisión reúne los datos clínicos más sólidos disponibles hasta ahora sobre cómo el óxido nitroso de uso médico (N₂O) afecta a adultos con trastorno depresivo mayor (TDM) y depresión resistente al tratamiento (DRT).
La DRT suele diagnosticarse cuando dos antidepresivos estándar no logran una mejoría significativa, una situación que afecta a casi la mitad de los pacientes en el Reino Unido, según investigaciones previas.
Aunque el óxido nitroso se utiliza desde hace tiempo como alivio del dolor en entornos clínicos, varios estudios de pequeño tamaño han explorado su potencial como antidepresivo de acción rápida.
Mejoras rápidas, pero se necesitan dosis repetidas
El análisis, publicado en 'eBioMedicine', halló que una única sesión con óxido nitroso inhalado al 50% produjo reducciones significativas de los síntomas depresivos en 24 horas. Sin embargo, estos efectos tendían a desvanecerse en el plazo de una semana.
Las dosis repetidas parecían, sin embargo, producir mejoras globales más sostenidas. Esto refleja lo observado con la ketamina, otro tratamiento de acción rápida que se cree que actúa sobre vías del glutamato similares en el cerebro.
"La depresión es una enfermedad incapacitante, aún más por el hecho de que los antidepresivos no suponen una diferencia significativa para casi la mitad de los pacientes que la padecen", afirmó Kiranpreet Gill, investigadora doctoral en la Universidad de Birmingham y primera autora del informe.
"Este estudio reúne las mejores pruebas disponibles que indican que el óxido nitroso tiene potencial para proporcionar mejoras rápidas y clínicamente significativas a corto plazo en pacientes con depresión grave", añadió.
El óxido nitroso podría formar parte de una nueva generación de tratamientos de acción rápida, agregó, subrayando la necesidad de ensayos más amplios para establecer pautas de dosificación seguras y repetibles.
Hacen falta más estudios sobre los efectos a largo plazo
El estudio observó que efectos secundarios como náuseas, mareos y dolores de cabeza eran relativamente frecuentes, sobre todo a dosis más altas, aunque por lo general breves. No se notificaron problemas de seguridad inmediatos.
Con todo, los investigadores advierten que los efectos a largo plazo siguen en gran medida sin estudiarse y que el escaso número de ensayos existentes dificulta extraer conclusiones firmes.
La investigación forma parte del trabajo del Mental Health Mission Midlands Translational Centre, financiado por el NIHR, centrado en mejorar la atención a pacientes con depresión grave y resistente al tratamiento.
Con la evidencia en aumento, el equipo prepara ahora el que sería el primer ensayo del Servicio Nacional de Salud en el Reino Unido para evaluar si el óxido nitroso puede administrarse de forma segura y aceptable como tratamiento clínico para la depresión mayor.