Portugal conmemora el terremoto de 1755 con actos simbólicos y actividades en Lisboa para homenajear a las víctimas y promover la preparación ante seísmos.
Hace 270 años, Lisboa tembló. El seísmo, seguido de incendios y de un tsunami con olas de hasta cinco metros, destruyó el corazón de la capital portuguesa y quedó grabado para siempre en la memoria colectiva del país. Se calcula que el terremoto alcanzó una magnitud de entre 8 y 9 en la escala de Richter, y que el número de víctimas mortales osciló entre 12.000 y 40.000. Palacios, iglesias, bibliotecas y hospitales quedaron reducidos a escombros.
Este año, el Museo del Terremoto de Lisboa conmemora aquel 1 de noviembre de 1755 con una programación especial que hará las visitas aún más inmersivas. Entre las 10:00 y las 18:00, el recorrido se enriquecerá con la presencia de actores vestidos de época que darán vida a personajes históricos, haciendo la experiencia aún más inmersiva.
A las 17:00, la cafetería Quake acogerá la presentación del libro 'Recuerda 1755', del historiador André Canhoto Costa, quien ha contribuido a dar forma al museo y firmará ejemplares durante el evento. Además, la jornada estará acompañada por un DJ a lo largo de todo el día, que mezclará música del siglo XVIII con un toque contemporáneo.
Las diez salas del Museo del Terremoto de Lisboa invitan a reflexionar sobre la catástrofe que sacudió el país y llaman la atención sobre la necesidad de prevenir y prepararse ante futuros seísmos. Desde un simulador sísmico hasta maquetas que muestran el movimiento de las placas tectónicas, la experiencia combina historia, ciencia y conciencia.
"Quake permite a los visitantes no solo conocer toda la vertiente histórica del suceso del 1 de noviembre de 1755, sino también comprender dónde nos encontramos, en una zona sísmica, y cómo tenemos que estar preparados. Es importante darse cuenta de que la tierra tiembla y de que puede tratarse de un pequeño terremoto, pero también de uno grande", explica a 'Euronews' Maria Marques, cofundadora de Quake – Museo del Terremoto de Lisboa.
Con escenas inmersivas que recrean una Lisboa muy distinta a la actual y momentos sensoriales que transportan al visitante a aquel día trascendental, todo en el museo está diseñado para sentir el impacto del gran terremoto de 1755. Para recordar ese acontecimiento y concienciar sobre la autopreparación, el Movimiento Recuerda 1755 celebra este año su segunda edición, con una serie de iniciativas repartidas por todo el país.
El proyecto, nacido el año pasado en Lisboa, se extiende ahora a varias ciudades portuguesas para conmemorar esta fecha simbólica. La noche del 31 de octubre, monumentos de Lisboa, Setúbal, Leiria, Lagos y Ponta Delgada se iluminarán de color púrpura, símbolo del movimiento. El 1 de noviembre, a las 9:40, hora en que comenzó el terremoto, un coro de sirenas sonará como homenaje a las víctimas y llamada a la preparación ante el riesgo sísmico.
La Liga de Bomberos Portugueses hará sonar las sirenas desde sus estaciones, junto con los barcos de Transtejo Soflusa en el río Tajo. Entre los monumentos iluminados figuran el Cristo Rei, el Castillo de São Jorge, Campo Pequeno, la Estatua de D. José I, el Museo de la Carroza, el Ayuntamiento de Setúbal, el Fuerte de São Filipe, el Castillo y el Ayuntamiento de Leiria, la Iglesia de San António en Lagos, el Castillo de los Moros en Sintra y las Arcadas de la Puerta de la Ciudad en Ponta Delgada.
"Estas acciones tienen como objetivo conmemorar a las víctimas y la destrucción causada por el terremoto y fomentar la reflexión sobre la importancia de la prevención y la preparación para futuros terremotos", se lee en el comunicado de prensa.
"El terremoto de 1755 fue más que una catástrofe que debe ser recordada y enseñarnos a estar mejor preparados. El Movimiento Recuerda 1755 nació para invertir esta lógica y devolver el sentido a una fecha que el país ha tratado como una nota a pie de página", subraya Ricardo Clemente, cofundador de Quake.
El Movimiento Recuerda 1755 cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Lisboa, la Secretaría de Estado de Protección Civil, la Liga Portuguesa de Bomberos, la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANEPC), la División de Tectónica y Geología Estructural de la Unión Europea de Geociencias, la flota de Transtejo Soflusa y la Liga de Bomberos de Lisboa.