En Roma, un terrible incendio obligó a un joven a salir de su cuarto por la ventana en ropa interior y esperar a los bomberos en precario equilibrio encaramado a una cornisa. Ante las llamas saliendo por las ventanas, la gente se congregó bajo el edificio y aplaudió a los bomberos que rescataron al joven sano y salvo.

Esperando a los bomberos encaramado en la cornisa
En Roma, un terrible incendio obligó a un joven a salir de su cuarto por la ventana en ropa interior y esperar a los bomberos en precario equilibrio encaramado a una cornisa. Ante las llamas saliendo por las ventanas, la gente se congregó bajo el edificio y aplaudió a los bomberos que rescataron al joven sano y salvo.