La entrega de ayuda a la Franja de Gaza está en peligro desde que el ataque de Hamás del 7 de octubre desencadenó la guerra que Israel mantiene contra el grupo militante. Las restricciones israelíes, los combates y el colapso de la ley y el orden han dificultado la entrega de ayuda, haciendo temer una hambruna. El hambre aumenta el riesgo de enfermedad y muerte.
Según Naciones Unidas, al menos 1,9 millones de personas, cerca del 90% de la población, de la Franja de Gaza son desplazados internos. Muchas personas también se han visto obligadas a vivir hacinadas en campos de desplazados, donde las familias se enfrentan a condiciones insalubres y escasez de artículos de primera necesidad.
Al menos 45.553 personas han muerto en la Franja de Gaza desde que comenzó la guerra, según informó el Ministerio de Sanidad del enclave, la mayoría civiles. Más de 108.379 personas han resultado heridas. Naciones Unidas considera que las cifras son fiables.