Las autoridades informaron que en total habían fallecido cuatro personas en los terremotos de Guatemala: dos hombres murieron cuando su vehículo fue aplastado por rocas en Escuintla, una mujer fue encontrada más tarde sepultada bajo los escombros cerca de la capital, y el cuerpo de un niño de 13 años fue recuperado en la zona de Sacatepéquez.
Los temblores, con magnitudes entre 3,0 y 5,7 grados en la escala de Ritcher, provocaron deslizamientos de tierra, evacuaciones y miedo generalizado en diversos lugares de Guatemala.
En el pueblo de Palin, las familias durmieron en refugios improvisados después de que sus hogares fueran destruidos. El presidente Bernardo Arévalo visitó Santa María de Jesús el miércoles para inspeccionar los daños, diciendo que el impacto en la infraestructura había sido significativo.