Después de que la prensa del Reino Unido revelara la presencia de supuestos mercenarios británicos en Siria, luchando codo con codo con los ‘peshmergas’ contra el grupo Estado Islámico, dos exsoldados británicos han asegurado que no son mercenarios, ya que no cobran por lo que están haciendo.
Se trata de James Hughes, de North Lanarkshire, y Jamie Read, de Worcestershire, dos exmilitares que se encuentran en Rojava, en el norte de Siria, luchando junto a las fuerzas kurdas para derrotar a los yihadistas.
IMAGES: Americans, Jordan Matson, Jamie Read & James Hughes fighting with the #YPG in #Kobane, #Syria. pic.twitter.com/JiQRQxMIH6
— Military Studies (@ArmedResearch) 20 Novembre 2014
Han negado estar allí como mercenarios y han asegurado que son voluntarios en una batalla “del bien contra el mal”, vía Facebook y en una entrevista a BBC radio
En dicha entrevista, Read, exmilitar escocés, ha insistido en que su motivación es defender al pueblo kurdo. También sus familias han confirmado que han ido allí “sólo para ayudar”.
Hughes, de 26 años, y Read, de 24 años, se encuentran, según los expertos, en un limbo legal y podrían ser acusados de asesinato. De vuelta al Reino Unido pueden ser sometidos a interrogartorios por la policía.
Ambos exsoldados, que dirigen una compañía de seguridad privada y que han aparecido en fotos en las redes sociales con el exmilitar estadounidense Jordan Matson , formarían parte de un grupo de quince voluntarios occidentales que han viajado a Siria para unirse a las milicias kurdas.
Se trata de una cifra irrisoria si la comparamos con los centenares de occidentales que se han unido a la causa de los yihadistas. Londres calcula que más de 500 de sus ciudadanos han viajado a Siria e Irak para luchar del lado del autodenominado Estado Islámico.
El Gobierno británico prepara una ley para luchar contra el terrorismo, que contendrá una serie de medidas para evitar que los yihadistas nacidos en el Reino Unido, que están luchando en Irak y Siria, puedan volver a casa para cometer ataques.