Irak aprueba por primera vez un plan de reformas encaminado a terminar con la corrupción. Su parlamento ha aprobado este martes, por unanimidad, un
Irak aprueba por primera vez un plan de reformas encaminado a terminar con la corrupción.
Su parlamento ha aprobado este martes, por unanimidad, un paquete de medidas para luchar contra el sectarismo, los privilegios de la clase política, y mejorar la pésima calidad de los servicios públicos.
El aumento del descontento popular por la corrupción e ineficacia de sus dirigentes políticos, así como un llamamiento por pate de la máxima autoridad religiosa chií de Irak, forzó al primer ministro Haidar al Abadi, a tomar cartas en el asunto y proponer el conjunto de reformas.
Entre ellas, destacan, la disminución de las dotaciones de protección a los responsables gubernamentales, la redución de carteras del Ejecutivo y juicios rápidos en los casos de corrupción, especialmente los relacionados con la compra de armamento y la malversación de fondos públicos.
“Llevamos 13 años escuchando promesas, y al final, todo son mentiras. Nos hemos acostumbrado a sus mentiras. Y seguimos sin electricidad y con servicios insuficientes”, clama una iraquí residente en Bagdad.
“El gobierno empezó a hacernos caso cuando ha visto las protestas y el pueblo se ha rebelado. Queremos asegurarnos de que el cambio es real y que el paquete de reformas recién aprobado se cumpla”, manifiesta otro ciudadano de la capital.
Miles de iraquíes se manifestaron el pasado viernes contra el despilfarro del Gobierno y el deterioro de los servicios públicos, como los elevados cortes eléctricos en días con temperaturas por encima de los 50 grados centígrados, y la situación de inseguridad desde el inicio de la guerra contras el autoproclamado Estado Islámico (EI).