Comienza una “era dorada” entre Londres y Pekín. Eso es lo que tanto el presidente chino como el “premier” británico han querido transmitir al final
Comienza una “era dorada” entre Londres y Pekín. Eso es lo que tanto el presidente chino como el “premier” británico han querido transmitir al final de la visita de Xi Jinpning al Reino Unido. El mandatario chino vuelve a casa con un puñado de acuerdos comerciales cerrados por un valor superior a los 40.000 millones euros. En su último día en Manchester, Xi ha visitado junto a David Cameron el estadio del Manchester City y el aeropuerto de la ciudad, en cuya reforma participará una empresa china y en el que la aerolínea Hainan comenzará a operar a partir del año que viene una nueva conexión directa con Pekín. También se ha confirmado la participación del gigante asiático en la construcción de una central nuclear en Hinkley, en la que también participará la francesa EDF.
En materia de política internacional, no ha trascendido ningún avance que reseñar. Ambos mandatarios mostraron su inquietud por la situción de Siria y la manera de frenar al grupo Estado Islámico. La reunión concluyó frente a una pinta de cerveza en un pub.