Un ataque contra un santuario chií, en el norte de Bagdad, dejó 40 muertos

El grupo yihajista Estado Islámico reivindicó el atentado a un mausoleo del imán chií Said Mohamed, en la localidad de Balad, al norte de la capital iraquí. En total, 40 personas murieron y 74 quedaron gravemente heridas.
El ataque provocó daños materiales en los edificios adyacentes a causa de los incendios que se generaron en el mausoleo.
Ahmed al-Safi, representante del principal clérigo chiíta, Gran Ayatolá Ali al-Sistani, criticó a las fuerzas de seguridad de Irak por no evitar los ataques:
“Si las autoridades no están a la altura de sus responsabilidades y si no ponen fin a tantas violaciones contra la seguridad, los terroristas seguirán cometiendo crimenes en contra del pueblo iraqui.”
Después de este atentado, y del ataque del pasado domingo en Bagdad que dejó cerca de 300 muertos y 200 heridos, tres jefes de la seguridad fueron destituidos por el primer ministro, Haider al-Abadi.
El ataque en Bagdad es uno de los más sagrientos después de la invasión de Estados Unidos en 2003. Ambos episodios han desatado la ira de la población, que ha tachado a las autoridades de incapaces en sus labores de protección.