Cerca de un medio millón de niños sufren malnutrición aguda en los países de la cuenca del lago Chad debido a la sequía y la violencia que ejerce Boko Haram.
Cerca de un medio millón de niños sufren malnutrición aguda en los países de la cuenca del lago Chad debido a la sequía y la violencia que ejerce Boko Haram.
El avance de las tropas nigerianas en su lucha contra el grupo terrorista está teniendo consecuencias catastróficas para la población, según el portavoz de la Agencia de la ONU para los refugiados que ha pedido más fondos para ayudar a las familias desplazadas por la violencia de Boko Haram.
Según ha explicado, este jueves, Adrian Edwards en Ginebra, “tan solo en Borno, Estado del noreste de Nigeria y feudo de Boko Haram, dos tercios de los hospitales han quedado destruidos y tres cuartas partes de las instalaciones de agua potable necesitan ser rehabilitadas.”
“Hemos visto adultos exhaustos, incapaces de moverse, niños con el vientre hinchado, demacrados y otros signos claros de una avanzada desnutrición. La necesidad de más medios es urgente, más vehículos militares, escortas y una mayor seguridad para nuestros equipos humanitarios, necesarios para poder ayudar a las poblaciones más vulnerables”, ha dicho Adrian Edwards.
Por ahora, UNICEF solo ha recibido el 13% de los 273 millones de euros que necesita para prestar asistencia a los afectados por la violencia de Boko Haram. Se teme que además de los 2,5 millones de desplazados, otros 2,2 millones de personas se encuentren atrapadas en zonas bajo el yugo del grupo terrorista.
Este gráfico de UNICEF explica la extensión de la crisis humanitaria en los países de la cuenca del lago Chad. Los menores de 18 años (trazo en violeta) representan más de la mitad de los desplazados (1,4 millones).
Years of violence by Boko Haram in Lake Chad basin have led to a worsening humanitarian crisis #ChildrenUprootedpic.twitter.com/QqBtoxrixs
— UNICEF (@UNICEF) 25 août 2016
Violence has forced 1.4m children from their homes in Nigeria & region https://t.co/0YjIbmuLJ1#ChildrenUprootedpic.twitter.com/d3Pee1r3YI
— UNICEF (@UNICEF) 25 août 2016
Las unidades de autodefensa, JTF, el otro lado de la violencia en la lucha contra Boko Haram
Los milicianos a sueldo del Ejército nigeriano conocidos como JTF (Joint Task Force) no son precisamente considerados unos héroes por la población. Estas unidades de autodefensa, ojos y oídos de las tropas en la retaguardia, han sido acusadas de ejecuciones arbitrarias y violaciones de los derechos humanos, según el reportero experto en este conflicto, Eromo Egbejule. Además son responsables de abusar sexualmente y de explotar a personas en campamentos habilitados, precisamente, para acoger a los desplazados por el conflicto. “Tienden a comportarse como si estuvieran por encima de la ley”, comenta.
La falta de trabajo y la extrema pobreza están alimentando las filas de estas milicias, “un Frankesntein que acabará devorándonos”, según definió el pasado mes de diciembre el gobernador del Estado de Borno, Kashim Shettima.
La impunidad con la que actúan estas unidades de autodefensa se ampara en la libertad de movimiento que les otorga el Ejército nigeriano, a su vez, acusado de violaciones de los derechos humanos, según Amnistía Internacional. Según esta ONG, las fuerzas nigerianas en sus operaciones contra Boko Haram han ejecutado de manera extrajudicial a más de 1 200 personas y han arrestado de manera arbitraria, al menos, a otras 20 000, de las cuales 7 000 han muerto en prisiones militares.