Los "emails" de Clinton, el escándalo que resucita a Trump

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Por Euronews
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El FBI ha dado un balón de oxígeno a Donald Trump en la recta final de las elecciones presidenciales estadounidenses al “resucitar” el escándalo de los correos electrónicos de Hillary…

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El FBI ha dado un balón de oxígeno a Donald Trump en la recta final de las elecciones presidenciales estadounidenses al “resucitar” el escándalo de los correos electrónicos de Hillary Clinton.

El pasado 29 de octubre, cuando solo faltaban 11 días para la celebración de los comicios y la candidata demócrata lideraba con holgura todos los sondeos de intención de voto, la polémica parecía más que enterrada. Sin embargo, ese mismo día el director del Buró Federal de Investigación, James Comey, lanzó una “bomba” de imprevisibles consecuencias al informar al Congreso de que había encontrado elementos nuevos que podían ser relevantes en la investigación sobre el supuesto uso que hizo Clinton de la información clasificada.

Trump, que en sus cara a cara con Clinton la ha llegado a llamar “delincuente”, reaccionó afirmando que el escándalo era más grave que el “Watergate” y añadió que esta vez se hará justicia.

Pero, ¿en qué consiste este escándalo? Estos son los hechos:

- El 13 de enero de 2009 un antiguo asesor de Bill Clinton registra el dominio clintonemail.com y establece una dirección de correo electrónico privado para Hillary Clinton. En ese momento no existe ningún reglamento que prohíba a los funcionarios estatales utilizar cuentas de correo electrónico privadas para su trabajo en el Gobierno.

- El 29 de junio de 2011, después de que Google revelara que piratas informáticos habían atacado cuentas de correo electrónico personales de los funcionarios del Gobierno, el Departamento de Estado envió un cable a sus empleados aconsejándoles que evitaran utilizar sus cuentas personales en la realización con su trabajo.

- Cuando Hillary Clinton deja la Secretaría de Estado, en 2013, contrata a una empresa externa para que se ocupe del servidor en el que están alojadas su cuenta personal y la de su esposo. Hasta ese momento, ambas estaban alojadas en un ordenador personal que tenían los Clinton en su casa de Nueva York. Todos los datos almacenados son “trasladados” a un servidor online en New Jersey. De este modo, la candidata demócrata abría las puertas de par en par a posibles ataques de piratas informáticos.

- En 2014, una petición de documentos del Comité de la Cámara de Representantes que investigaba el ataque en el que murió el embajador estadounidense en Libia puso al descubierto que Clinton no había utilizado jamás su email oficial y de que sus comunicaciones oficiales las hacía a través de un servidor privado.

Semanas más tarde, Clinton entregó 50.000 páginas de correos electrónicos impresos en relación con el ataque de Bengasi. Sin embargo, en el servidor había rastro de otros 33.000 emails que habían sido borrados. En febrero de 2015, el Departamento de Estado entrega a la comisión de la cámara 900 páginas más relacionadas con lo ocurrido.

- En marzo de 2015 Clinton afirma en twitter que quiere que sus correos se hagan públicos y que había pedido a las autoridades que así lo hicieran. Una primera “entrega” de estos correos ve la luz dos meses más tarde. En julio asegura que nunca envió ni recibió ninguna informada “clasificada” desde su servidor privado mientras era Secretaria de Estado.

- En julio de 2016 el FBI concluye una investigación sobre el uso de la información “clasificada” que hizo Hillary Clinton a través de su email privado. El director del FBI considera que la actuación de la candidata demócrata fue “extremadamente descuidada”, pero asegura que no encuentra motivos para iniciar una investigación criminal.

- El 29 de octubre de 2016 James Comey escribe una carta al Congreso para comunicarle que va a reabrir la investigación tras encontrar nuevos correos electrónicos relevantes. El FBI los halló durante el registro del ordenador portatil del ex marido de Huma Abedine, la principal ayudante de Clinton. Este está siendo investigado por unos mensajes de texto de contenido sexual intercambiados con una niña de 15 años.

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