John Guzzetta: la Constitución italiana se ha quedado obsoleta

John Guzzetta: la Constitución italiana se ha quedado obsoleta
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Analizamos ahora las razones del “Sí” al referéndum de nuestro invitado, John Guzzetta, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad degli studi de Roma y coordinador del comité “Juntos podemo

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Analizamos ahora las razones del “Sí” al referéndum de nuestro invitado, John Guzzetta, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad degli studi de Roma y coordinador del comité “Juntos podemos cambiar”. Gracias por estar con nosotros. ¿Cuál es su principal razón de su “Sí”?

Giovanni Guzzetta:
La razón principal es que esta es una reforma extraordinaria de una Constitución muy buena, pero que tiene algunos artículos obsoletos. Y están obsoletos porque cuando se redactó estaba condicionada por un contexto histórico muy particular: un conflicto muy fuerte entre el comunismo y el anticomunismo. Por eso la elección fue la de un Gobierno débil en el que la mayoría no pudiese gobernar sin la ayuda de la oposición. El ejemplo eran las grandes democracias, como la inglesa, pero entonces no se podía dar ese paso. Ahora sí. Se trata de eliminar algunas anomalías que hacen de Italia un país totalmente excéntrico con respecto a las grandes democracias. Por desgracia en Italia todo se convierte en objeto de polémica y todas las campañas tienden a ser utilizadas por las fuerzas políticas como si se tratase de campañas electorales y en muchas ocasiones, eso lo paga el país.

Euronews:
Hablemos de la reforma del Senado. Varios juristas comparten el principio de eliminar el bicameralismo paritario, pero no el hecho de que los ciudadanos se vean privados del derecho a elegir a los senadores. ¿No supondrá eso quitar la soberanía al pueblo como establece el artículo primero de la Constitución?

Giovanni Guzzetta:
Si fuera cierto, habría que decir que Alemania merma la soberanía del pueblo, que Francia merma la soberanía del pueblo, que Canadá merma la soberanía del pueblo. En ningún país del mundo que tenga esta estructura, el Senado se elige directamente cuando hay un Gobierno parlamentario en el que la Cámara de los diputados es la que da su confianza. La única excepción es España, donde en parte, son elegidos directamente, y en parte por las autonomías. Pero el modelo, el elegido por la reforma italiana, es un modelo que ya está consolidado en el mundo, en Austria, Bélgica, Holanda y no hay nada subversivo y, ciertamente, nada antidemocrático.

Euronews:
Sigue habiendo eminentes constitucionalistas que ven en la reforma un excesivo fortalecimiento de los poderes del Eejecutivo. Algunos hablan incluso de riesgo de deriva autoritaria de un poder que se convierte en oligárquico y en una democracia hueca. ¿Cree que es un temor fundado?

Giovanni Guzzetta:
Me parece difícil ver un enfoque autoritario en una reforma en la que el presidente del Consejo ni siquiera puede revocar a los ministros ni disolver el Parlamento.
No sé donde ven esa deriva autoritaria. Digamos que en Italia ese argumento mueve mucho por nuestra historia pasada, que, en efecto, nos muestra que ha habido períodos de autoritarismo y eso crea terror, ansiedad. Pero todo el mundo se olvida que en Italia el único periodo en el que se instauró realmente un régimen autoritario fue en 1922, cuando Mussolini pudo conquistar el Gobierno del país debido a que por entonces, las instituciones eran totalmente incapaces de gobernar y ser eficientes.

Euronews:
¿Cuál es el punto flaco, si lo hay, de esta reforma?

Giovanni Guzzetta:
El punto flaco de la reforma es que tal vez no ha dado todos los pasos que se esperaban. Pero en conjunto es una buena reforma, y estoy profundamente convencido de ello.

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