Donald Trump ha logrado devolver a los conservadores la hegemonía del Tribunal Supremo, con la confirmación de Neil Gorsuch como nuevo juez.
Donald Trump ha logrado devolver a los conservadores la hegemonía del Tribunal Supremo, con la confirmación de Neil Gorsuch como nuevo juez. Este triunfo para los republicanos ha sido posible gracias al cambio de las normas del Senado, pese a la oposición de los demócratas, que permiten ahora confirmar al magistrado por mayoría simple, en lugar de necesitar el apoyo de 60 de los cien senadores.
Gorsuch fue confirmado como juez del Supremo con 54 votos a favor y 45 en contra.
“Espero que el juez Gorsuch haya escuchado nuestro debate aquí en el Senado, en particular nuestras preocupaciones sobre el hecho de que el Supremo se está convirtiendo cada vez más en un tribunal procorporativo que favorece a los patronos, las corporaciones y los intereses especiales”, señalaba el líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer.
Gorsuch está en contra de la eutanasia y a favor de la pena de muerte y se rige por la doctrina del “originalismo”, que interpreta la Constitución como lo harían sus autores, del siglo XVIII, sin tener en cuenta los cambios en la sociedad. Su nominación desató una amplia ola de protestas.