Más recortes en las pensiones, más impuestos, en definitiva, más austeridad. Pese a los tres días seguidos de manifestaciones, a la huelga general del miércoles y a los paros parciales en algunos sectores, el Parlamento griego se dispone a aprobar este jueves por la noche la llamada ley escoba, un nuevo tijeretazo que volverá a golpear a las rentas más bajas, en un país que sigue siendo incapaz de levantar cabeza. De hecho, es el único de la Unión Europea que sigue en recesión.
La ley, bautizada por los sindicatos como “cuarto memorando”, incluye buena parte de las 140 medidas exigidas por los acreedores internacionales para desbloquear 7000 millones de euros adicionales de ayuda, de los que 4000 servirán para reembolsar en julio la deuda al Banco Central Europeo. El Gobierno de izquierdas de Alexis Tsipras ha prometido un paquete de contramedidas para que la píldora de los recortes pase mejor ante una población exasperada.