El futurista Stoos Bahn sube una pendiente del 110% entre Schywz y el pueblo montañoso de Stoos en Suiza central.
PUBLICIDADAunque parezca la nueva atracción de un parque de atracciones, este futurista tranvía es para uso diario, no recreativo: se trata del funicular más empinado del mundo.
La presidenta de Suiza, Doris Leuthard, inauguró oficialmente la línea que lleva a los pasajeros 1.300 metros sobre el nivel del mar hasta el pueblo montañoso de Stoos, en Suiza central.
Sus carruajes en forma de barril permiten que los pasajeros puedan permanecer de pie mientras suben hacia la meseta alpina con una inclinación del 110%.
Con un costo de 52 millones de francos suizos (45 millones de euros), la línea llega más de cuatro años después de que el proyecto comenzara a construirse en 2013.
"Después de 14 años de planificación y construcción, todo el mundo está muy orgulloso de este tren", dijo Ivan Steiner, portavoz del ferrocarril.
Sustituye a un sistema ferroviario antiguo y ruinoso que comenzó a transportar turistas en 1933, pero ahora ha sido superado por las habilidades de la tecnología moderna.
El tren sigue una pista de 1.720 metros, trepando o descendiendo 743 metros.
Sólo se puede acceder a través del tranvía, y todo el trayecto hasta el pequeño centro turístico sin coches de Stoos, situado en lo alto del lago Lucerna, sólo dura unos cuatro minutos.
La llegada del tren ha batido el anterior récord mundial del funicular más empinado, que anteriormente estaba en el de Gelmerbahn de Berna, también en Suiza. Este se jactaba de contar con una pendiente del 106%.