El jefe negociador Gustavo Bell pide a la guerrilla gestos de paz para volver a sentarse a negociar, después de la suspensión de las negociaciones por los recientes ataques del grupo armado.
EL Gobierno colombiano insiste en su voluntad de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional, el ELN, a pesar de los ataques de la guerrilla en todo el país perpretados desde el fin del alto el fuego bilateral el pasado martes. Entre ellos, el asesinato de al menos un soldado. Gustavo Bell, jefe negociador.
""El Gobierno reitera una vez más su voluntad de llegar a un acuerdo para terminar el conflictoa rmado con el ELN", informaba a los medios el propio Bell. "Pero esta disposisicón requiere hechos inequívocos de paz que permitan alivios humanitarios en beneficio del bienestar y la tranquilidad de las comunidades así como la construcción de confianza para adelantar el proceso".
Las conversaciones de paz tenían que haberse reanudado el martes en Quito, pero fueron aplazadas ante la violencia del grupo armado.
Quien también ha pedido la vuelta a la mesa de negociaciones ha sido el excomandante de las Farc, Rodrigo Londoño, más conocido como Timochenko, ahora candidato presidencial. "Es una obligación moral persistir en la búsqueda de salidas negociadas", ha dicho.