Funcionarios y ferroviarios contra las políticas liberales de Macron

Ferroviarios y funcionarios desafían al Gobierno de Emmanuel Macron en la calle. Francia funciona a medio gas, debido a la jornada de huelga y manifestaciones convocada por varios sindicatos de la Administración y de la compañía nacional de ferrocarriles. Protestan por sus políticas "liberales y de austeridad" .
"Es molesto porque estamos presos automáticamente. Lo escuchamos en las noticias, y pensamos: '¿podremos irnos'?", dice una usuaria de la SNCF.
Solo funcionan el 40% de los trenes de alta velocidad, el 25% de los de largo recorrido, la mitad de los regionales y el 75% de los internacionales.
Tristan Brohan, conductor de tren huelguista, lamenta "cómo se organizan los trenes, la falta de material, de personal, las cosas que vivimos a diario, que los usuarios también viven y que hace que el sistema ya no funcione".
El caos es patente en París, donde solo circulan el 30% de los trenes de cercanías. En los tres aeropuertos en torno a la capital francesa, las compañías aéreas han sido llamadas a reducir en un 30% sus vuelos.
Las universidades e institutos han amanecido cerrados o bloqueados por manifestantes. Hay paros también en las escuelas de primaria y secundaria.
Esta jornada de movilización está justificada, según el 55% de los franceses, y se produce después de que el pasado día 15 salieran a la calle miles de jubilados por su pérdida de poder adquisitivo.
El Gobierno Macron ha dicho que no tiene intención de renunciar a sus reformas.